“El cerebro es, sin duda, uno de los órganos más complejos que existen en la naturaleza. Es el resultado de millones de años de evolución. Representa todo lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, nuestros recuerdos, y controla las funciones vitales. Con la edad, sus capacidades van disminuyendo”, ha expuesto Ernesto Pereda. El físico y neurocientífico ha participado en el encuentro El potencial educativo del ajedrez, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y dirigido por el periodista y escritor Leontxo García.
En su ponencia El cerebro del ajedrez: contra el Alzheimer y los problemas degenerativos, Pereda ha hablado de las ventajas del ajedrez para un envejecimiento sano, y en especial de su aplicación socioterapéutica para retrasar las demencias. Ha explicado que ha habido un aumento de la esperanza de vida con el consiguiente envejecimiento de la población, lo que ha dado lugar a un incremento de las enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad. “El Alzheimer es una de las más devastadoras y sobre ella hay muchas incógnitas. Las causas primeras se desconocen, pero sí que se saben algunos factores de riesgo relacionados con la edad, la genética, y el estilo y hábitos de vida. Es un problema creciente que genera bastante preocupación en la población”, ha señalado Pereda.
El neurocientífico ha presentado algunos estudios epidemiológicos que apoyan la teoría de que el ajedrez, “practicado diariamente a lo largo de la vida, ayuda a reducir el riesgo de Alzheimer, a igualdad de todos los demás factores”. Ha matizado que “existe una correlación entre mayor actividad mental y menor riesgo de demencia senil, pero eso no implica causalidad”.
Pereda ha afirmado que mediante la activación continuada de las áreas cerebrales más vulnerables al Alzheimer, el ajedrez promueve “un incremento de las conexiones neuronales en dichas áreas y un aumento de los factores neurotróficos, produciendo un efecto protector y aumentando la resistencia cognitiva a los efectos de la patología”. Asimismo, el neurocientífico ha referido que “el ajedrez cumple también con los requisitos que se han demostrado más importantes en los estudios epidemiológicos, es decir, que la actividad involucre un gran número de recursos cerebrales dada su complejidad, active la memoria, la formación de recuerdos, la imaginación visual, las funciones ejecutivas y, al mismo tiempo, expone a nuevos estímulos de manera continuada”.
En cuanto al futuro, Pereda ha comentado que la estimulación cognitiva en ancianos ha llamado ya la atención de las empresas de videojuegos, que han empezado a desarrollar aplicaciones específicas. “El ajedrez, menos sofisticado y mucho más accesible, es igualmente efectivo, pero como tiene menos marketing corre el riesgo de llegar tarde”, ha reivindicado el neurocientífico. “Con los videojuegos se pierde ese factor de la novedad y la planificación que el ajedrez tiene intrínsecamente”, ha concluido.
Fuente: navarrainformacion.es