Determinar el grado de atrofia cerebral, las alteraciones del metabolismo cerebral de glucosa que denotan el tipo de neurodegeneración y la identificación de depósitos de sustancia amiloide, son variables clave para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer que nos proporcionan los biomarcadores de imagen en la tecnología PET/RM.
La combinación de estos con herramientas de inteligencia artificial, capaces de traducir la imagen médica en datos cuantificables, permiten orientar una evaluación precoz y precisa resultando, además, la opción diagnóstica menos agresiva para el paciente.
Y es que, a pesar de que el Alzheimer es en la actualidad la enfermedad neurodegenerativa que más prevalece en nuestro país, afectando a unas 900.000 personas a las que las que se suman unos 40.000 nuevos diagnósticos/año1 , sigue siendo una de las patologías más difíciles de diagnosticar de forma precoz y puede además confundirse con otros tipos de demencia.
Más información: La Razón