Algunos de los ejemplos que podemos ver del potencial inclusivo del arte y la arquitectura, son por ejemplo contemplar a enfermos de Alzheimer que acuden con enseres de sus hogares a una pinacoteca para contemplar un cuadro que les despierta sensaciones gratas de su pasado o la construcción de la primera casa pictograma para una familia con un hijo autista.
La percepción de esas cualidades, entre las que se incluye también la terapéutica, en las diferentes manifestaciones artísticas es el pilar de un innovador proyecto europeo, con participación de España, Islandia, Reino Unido, Alemania, Finlandia y Portugal, que pretende lograr la inclusión social de personas con Alzheimer y de jóvenes en riesgo de abandono escolar a través del arte.
"Aunque no partimos de cero, pues hay instituciones que trabajan en esa línea", una de las novedades de esta iniciativa es su carácter multidisciplinar al contar con la contribución de académicos y alumnos de Bellas Artes, música y arquitectura, así como de terapeutas, ha dicho a EFE el profesor del Área de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Alicante Javier Sánchez Merina.
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