Según los datos recogidos en el estudio realizado por el equipo de investigación que dirige el doctor José Antonio Pascual, responsable de investigación del Centro de Salud de Calasparra, publicada este mes en la revista 'Journal of Life Sciences', y en la que han participado todos los médicos del centro, adjuntos y residentes, el aumento de la esperanza de vida y su calidad están retrasando la edad de ingreso de las personas mayores en una residencia.
Según se desprende de este estudio realizado en la Región, se revela que la edad media de las personas que residen en este tipo de instituciones tiene una edad hasta tres años superior que hace diez años.
Las mujeres ingresan hasta tres años y medio más tarde que los hombres, con un mayor nivel de dependencia y mayor prevalencia de incontinencia y demencia. Las diferencias relativas al sexo se deben a la existencia de roles de género distintos para ambos, que proporcionan un mayor grado de autonomía a las mujeres.
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