Un estudio publicado en Neurología en 2010 indicó que en aquellos que hablaban dos idiomas, el Alzheimer apareció en promedio 5 años más tarde que aquellos que hablaban solo uno, sin diferencias entre hombres y mujeres e independientemente del tipo de actividad y nivel de educación.
Lleva tiempo adaptarse a una nueva tarea porque el cerebro es menos flexible de lo esperado y debe realizar un trabajo de reorganización neuronal completo cada vez que aprende algo.
Y un estudio publicado recientemente en Nature Neuroscience, por Aniruddh Galgali y Valerio Mante de la Universidad de Zurich nos dice que algunos han tenido la suerte de encontrar un atajo cognitivo para mantener un cerebro más elástico: los que hablan dos idiomas se protegen mejor de la demencia y el Alzheimer.
La noticia no es nueva, pero el imprimatur de SIN, la Sociedad Italiana de Neurología, confirma aún más los numerosos estudios sobre el tema que se han producido en la última década, comenzando por el Rotman Research Institute de Baycrest y la Universidad de York , en Canadá, donde muchas personas hablan inglés y francés con fluidez, un legado de las guerras coloniales del siglo XVIII entre los dos países madre, Francia e Inglaterra.
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