La entrada en la nueva normalidad no ha sido fácil para la mayoría de la población pero menos aún para aquellas personas que padecen la enfermedad de Alzheimer. El Centro de Día de Alzheimer de Benavente ha ido poco a poco recuperando su actividad y para ello ha tenido que ofrecer a los enfermos una adaptación progresiva a la nueva situación, haciendo hincapié en todo momento en favorecer su seguridad y tratar de recuperar poco poco la normalidad.
La situación actual es complicada para los enfermos que tienen que adaptarse a una serie de normas y restricciones cambiantes y que, en ocasiones, les resulta complicada entenderlas o seguirlas.
“Su entorno habitual ha cambiado. Hay menos gente paseando y menos contacto, las personas llevan mascarilla…y todas estas situaciones facilitan su desotientación. Por ello la entrada en la nueva normalidad ha tenido que ser gradual, con salidas breves y retomando actividades”, explicó Marisol de la Cal, trabajadora social en el Centro de Día que gestiona la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer (AFA) de Benavente.
El pasado 29 de junio se retomó la actividad con los usuarios de estancias diurnas, “todos están en grupos burbuja, es decir, que la misma auxiliar que va con ellos en el transporte social, desde sus domicilios hasta el centro, es la que realiza los ejercicios con ellos. Antes las auxiliares rotaban pero ahora siempre están con el mismo grupo” añadió.
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