Durante algo más de seis años, el centro de Alzheimer del distrito de Latina ha sufrido el olvido de las instituciones que aprobaron su construcción en 2006. El entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), gastó tres millones de euros en un edificio al que nunca le llegó a cortar la banda inaugural. En el momento de su finalización a finales de 2011, solamente faltaba amueblarlo, contratar al personal y conectar el suministro de luz y agua. Pero la crisis económica y los recortes sirvieron entonces de excusa para no abrirlo. Ahora, tras haber sido desvalijado y sufrido vandalismo durante algo más de un lustro, el Ayuntamiento ha invertido un millón y medio de euros para rehabilitarlo y ponerlo en funcionamiento. El consistorio prevé abrirlo en septiembre.
Tras tomar la decisión de paralizar el proyecto en 2012, Gallardón levantó vallas para dificultar el gamberrismo y el Área de Hacienda municipal traspasó el inmueble al distrito para que la junta del mismo se hiciera cargo de su mantenimiento y seguridad. El edificio, de unos 2.200 metros cuadrados, no tardó en ser saqueado y okupado, según fuentes municipales. La reapertura estaba prevista hace seis meses, pero, según el Área de Equidad y Derechos Sociales, “cuestiones ajenas al Consistorio la han retrasado”.
La instalación se subdivide en dos partes: una, diseñada específicamente para albergar a los usuarios con problemas físicos, y otra para las personas con problemas de Alzheimer, con el fin de que el centro pueda diagnosticar y tratar con anterioridad los primeros síntomas de la enfermedad.
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