Una revisión de estudios de la Universidad de British Columbia en Okanagan (Canadá) ha confirmado que el ejercicio físico de forma regular puede ser beneficioso para el cerebro de los pacientes con Alzheimer tras constatar una mejoría en el rendimiento en actividades cotidianas de su día a día.
"Como no hay cura actual para la enfermedad, hay una necesidad urgente de intervenciones para reducir su impacto y controlar los síntomas", ha asegurado Kathleen Martin Ginis, principal autora del estudio, que cree que esta opción es "práctica, económica y accesible" para cualquier paciente.
En su estudio revisaron datos de más de 150 artículos de investigación sobre el impacto de la actividad física en pacientes con Alzheimer, de los que algunos evaluaban cómo la actividad física mejora la calidad de vida del paciente y otros el riesgo de desarrollar Alzheimer en función de la actividad física realizada con anterioridad.
El panel concluyó que la actividad física regular mejora las actividades de la vida diaria y la movilidad en los adultos mayores con Alzheimer y puede mejorar la cognición general y el equilibrio.
Y también establecieron que los adultos mayores no diagnosticados con Alzheimer que eran físicamente más activos eran significativamente menos propensos a desarrollar la enfermedad, en comparación con las personas que eran más inactivas.
"A partir de aquí pudimos preparar una declaración de consenso y mensajes que no sólo tienen respaldo de la comunidad, sino que también están basados en evidencias, ahora tenemos la herramienta para promover los beneficios de la actividad física en los mayores", ha defendido.
Fuente: lavozlibre.com