Los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer pueden ser diversos y tales como la edad, los antecedentes familiares y la composición genética. La enfermedad cardiovascular o la diabetes, también pueden influir en las probabilidades de experimentar demencia, mientras que otros factores están ligados a pérdida auditiva temprana, a la obesidad, a la soledad…
Ahora, una nueva investigación realizada en Dinamarca subraya que los factores psicológicos también pueden afectar el riesgo. Particularmente el malestar psicológico o agotamiento vital podría incrementar notablemente -hasta en un 25%-las probabilidades de padecer este problema de salud. El agotamiento vital describe “un estado mental de angustia psicológica” que se manifiesta con síntomas de irritabilidad, fatiga y un sentimiento de desmoralización.
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