Carlos Matute Almau es investigador principal de Ciberned desde el Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco y el Centro Achucarro de Neurociencias.
Parte del trabajo de su equipo de investigación es el estudio de las células gliales en el cerebro, así como de su papel en la enfermedad de Alzheimer.
Esta línea de trabajo será la que centre su intervención el Congreso Internacional de Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas (Ciiien 2015) que tendrá lugar entre el 21 y 23 de septiembre en Málaga.
¿Qué son las células gliales?
El término glía proviene del griego y significa pegamento. Así, el término se refiere a aquello que mantiene las neuronas y el tejido nervioso unido.
Las células gliales (astrocitos, oligodendrocitos, microglía) son aquellas que dan soporte a la función neuronal, a la vez que intervienen directamente en el procesamiento de la información cerebral; participando en numerosos procesos de señalización en el cerebro en desarrollo y maduro.
Dicho de una manera sencilla, las células gliales “escuchan” la conversación que mantienen las neuronas, e influyen en la misma en virtud de las necesidades que manifiestan éstas. Esta participación se hace más notoria en el cerebro humano, donde se estima que el número de células gliales es del orden de diez veces mayor que el de las neuronas, muy superior al del resto de las especies. Se podría decir pues que la glía nos hace diferentes a nivel cognitivo al resto de los animales, y que por tanto, conocerla mejor nos ayudará a entender mejor el cerebro y a curarlo cuando enferma.
¿Qué papel tienen en la enfermedad de Alzheimer?
Las células gliales controlan el microambiente cerebral, su composición iónica, los niveles de neurotransmisores y el suministro de nutrientes, así como otros factores vitales para las neuronas.
En la enfermedad de Alzheimer, este equilibrio está alterado. En nuestro laboratorio hemos observado que el exceso de péptido amiloide asociado a esta patología altera directamente la función de los astrocitos, produciendo estrés oxidativo en estas células que adquieren un aspecto patológico, lo que puede alterar la comunicación neuronal. También hemos visto que el péptido amiloide produce alteraciones en los oligodendrocitos favoreciendo su maduración y fomentando la generación de la mielina que envuelve los axones, un hecho que, en última instancia, modifica la velocidad de transmisión de las señales en el cerebro.
¿Qué otras líneas de investigación siguen ustedes en su laboratorio?
Nos interesa el papel de los astrocitos en la enfermedad de Parkinson. En concreto, hemos observado que estas células son resistentes a la forma patogénica de la alfa-sinucleína, que es tóxica para las neuronas. Sin embargo, los astrocitos transportan dicha proteína de unos lugares del cerebro a otros favoreciendo así la propagación de la enfermedad.
¿Cuáles son, en su opinión, los avances más significativos que se han producido en los últimos años en cuanto a las bases moleculares y celulares de la neurodegeneración?
Se ha avanzado muchísimo, y ese conocimiento va a tener impacto en los próximos años en el desarrollo de nuevos fármacos neuroprotectores más eficaces. Conocemos mejor la causa de las enfermedades neurodegenerativas (alzhéimer, párkinson y otras), y tenemos más biomarcadores para la detección precoz de las mismas. El descubrimiento de que las células gliales presentan alteraciones primarias en esas enfermedades abre la puerta al diseño de terapias que se dirijan de forma específica hacia estas células.
¿Es posible reprogramar las células gliales para obtener neuronas funcionales?
Es posible reprogramar las células gliales, al igual que el resto de células somáticas, con objeto de obtener neuronas funcionales. Sin embargo, es más sencillo desde el punto de vista práctico desarrollar neuronas a partir de reprogramar fibroblastos o células sanguíneas obtenidas de una biopsia de piel o de una muestra de sangre de personas sanas o enfermas.
¿Qué representa para usted y su equipo de investigación pertenecer a una agrupación como CIBERNED? ¿Qué ventajas tiene o en qué aspectos beneficia su labor investigadora?
CIBERNED supone para nuestro grupo de investigación la oportunidad de estar vinculados orgánicamente y colaborar con investigadores españoles de prestigio mundial, así como el establecimiento de relaciones internacionales de importancia estratégica para nuestra investigación. Por otra parte, la ayuda financiera que nos proporciona CIBERNED es fundamental para el desarrollo de nuestros proyectos sobre la contribución de las células gliales en las enfermedades neurodegenerativas.
Fuente: http://fundacioncien.es