Consuelo García Urbón pasó los dos últimos años de su vida en la residencia Elvira Otal de Ejea de los Caballeros. Ingresó allí en 2006 y falleció en 2008 sin que ningún familiar hubiese ido nunca a visitarla. Cuando le preguntaban por su familia ella siempre respondía lo mismo, que no tenía a nadie. Y era verdad, porque murió sin haber hecho testamento y sin que ningún heredero legal reclamase la pequeña fortuna que acumulaba: 255.600 euros.
Ahora, siete años después, y gracias a un epígrafe del decreto que regula este tipo de situaciones, la residencia municipal Elvira Otal heredará un 10% de este patrimonio (25.560 euros) que utilizará para crear varios espacios de estimulación multisensorial para personas con alzhéimer.
"Nos constaba que Consuelo tenía un patrimonio importante y que no tenía herederos así que lo notificamos al Gobierno de Aragón, -explica Irama Zubiaur, gerente de la Fundación- nos dijeron que por notificarlo nos darían una parte pero no sabíamos cuánto y hace unos días recibimos una carta diciéndonos lo que nos habían concedido".
La normativa de la Comunidad Autónoma de Aragón prevé que si la primera notificación de una posible herencia intestada la realiza una entidad de la que dependan establecimientos de asistencia social, se reconocerá a su favor un 10% de esa herencia como Premio por Denuncia de Herencia. El otro 90% de la herencia de Consuelo ha sido repartido entre otras once entidades para realizar diversos proyectos de carácter social.
Ahora, siete años después, y gracias a un epígrafe del decreto que regula este tipo de situaciones, la residencia municipal Elvira Otal heredará un 10% de este patrimonio (25.560 euros) que utilizará para crear varios espacios de estimulación multisensorial para personas con alzhéimer.
"Nos constaba que Consuelo tenía un patrimonio importante y que no tenía herederos así que lo notificamos al Gobierno de Aragón, -explica Irama Zubiaur, gerente de la Fundación- nos dijeron que por notificarlo nos darían una parte pero no sabíamos cuánto y hace unos días recibimos una carta diciéndonos lo que nos habían concedido".
La normativa de la Comunidad Autónoma de Aragón prevé que si la primera notificación de una posible herencia intestada la realiza una entidad de la que dependan establecimientos de asistencia social, se reconocerá a su favor un 10% de esa herencia como Premio por Denuncia de Herencia. El otro 90% de la herencia de Consuelo ha sido repartido entre otras once entidades para realizar diversos proyectos de carácter social.
Atención a los enfermos de alzhéimer
Irama explica que tienen muy claro a qué van a destinar esos 25.500 euros. La Fundación lleva tiempo inmersa en un proyecto de ampliación de la residencia para poder crear una unidad de cuidados especializados para enfermos de alzhéimer.
Gracias al dinero de Consuelo van a empezar a crear dos espacios específicos para el tratamiento, mediante terapias no farmacológicas, de este tipo de pacientes. Una sala de estimulación multisensorial y un jardín de los cinco sentidos.
"Los niños aprenden a través de los sentidos y lo último que pierden las personas mayores con demencias son los sentidos (el olfato, el oído...). Cuando una persona mayor con alzhéimer escucha una campana, es posible que, por ejemplo, le vengan a la memoria recuerdos de su pueblo, de cuando sonaban las campanas a las doce de la mañana. Este tipo de estimulaciones les ayuda a recordar", explica Irama.
El Proyecto Alzheimer que va a emprender esta residencia municipal, participada por el Ayuntamiento de Ejea y la Fundación Rey Ardid, contempla detalles tan especiales como que todas las habitaciones de residentes con alzhéimer tengan un rincón de los recuerdos, con fotos que ayuden a preservar su identidad.
El resto del patrimonio de Consuelo ha sido distribuido entre once proyectos de entidades sociales. El más importante (120.000 euros) el de la Hermandad del Refugio de Zaragoza, que consiste en reformar parte de las instalaciones de la guardería y del club de transeúntes.
Gracias al dinero de Consuelo van a empezar a crear dos espacios específicos para el tratamiento, mediante terapias no farmacológicas, de este tipo de pacientes. Una sala de estimulación multisensorial y un jardín de los cinco sentidos.
"Los niños aprenden a través de los sentidos y lo último que pierden las personas mayores con demencias son los sentidos (el olfato, el oído...). Cuando una persona mayor con alzhéimer escucha una campana, es posible que, por ejemplo, le vengan a la memoria recuerdos de su pueblo, de cuando sonaban las campanas a las doce de la mañana. Este tipo de estimulaciones les ayuda a recordar", explica Irama.
El Proyecto Alzheimer que va a emprender esta residencia municipal, participada por el Ayuntamiento de Ejea y la Fundación Rey Ardid, contempla detalles tan especiales como que todas las habitaciones de residentes con alzhéimer tengan un rincón de los recuerdos, con fotos que ayuden a preservar su identidad.
El resto del patrimonio de Consuelo ha sido distribuido entre once proyectos de entidades sociales. El más importante (120.000 euros) el de la Hermandad del Refugio de Zaragoza, que consiste en reformar parte de las instalaciones de la guardería y del club de transeúntes.
Fuente: heraldo.es