«El alzhéimer no se puede curar. Cuando ya has perdido las conexiones no se pueden recuperar». La esperanza para el alzhéimer está en otro frente. Así lo asegura el prestigioso neurocientífico Javier de Felipe que ayer presentó en León en exclusiva los resultados de su proyecto de mapeo del cerebro para conocer «cómo es y cómo lo altera la enfermedad de Alzheimer».
El neurobiólogo impulsor del Cajal Blue Brain, investigador del Instituto Cajal del Csic, tiene confianza en atajar esta enfermedad «retrasándola, actuando antes de que se manifieste». Y está seguro de que «no pasarán muchos años antes de que tengamos algo que la haga parar», subrayó a este periódico.
El objetivo es la creación de «mapas microscópicos del cerebro completo de pacientes con enfermedad de Alzheimer que se integrarán con información detallada sobre los aspectos clínicos, genéticos, moleculares, funcionales y patológicos asociados a esta enfermedad», explica. «Se pretende crear un vademécum digital del cerebro que permita analizar la enfermedad de forma global a partir de esta información multidisciplinar», añade. El conocimiento acumulado en los diez años de vida del proyecto Cajal Blue Brain empieza a dar resultados. «Con las nuevas tecnologísa aplicadas al cerebro humano hemos visto, entre otras cosas, que la enfermedad de Alzheimer no se debe solo a la aparición de placas betamieloides», explica. Uno de los último hallazgos es que esta enfermedad neurodegenerativa se debe también a una proteína llamada tau (microtubulares muy poco frecuentes fuera del sistema nervioso central) que se encuentra en el interior de las neuronas.
Para más información: Diario de León