La asociación de vecinos San Jerónimo se despidió en junio con un mercado ambientado en la época de la Guerra de la Independencia y ayer reanudó su dinámica con actividades artesanas, demostraciones en vivo, música y animación.
El público secundó esta primera edición tras el parón del verano, la única actividad que contribuye a dar algo de vida al casco antiguo, bastante solitario durante los meses estivales.
El mercado ha seguido manteniendo en septiembre los productos artesanos que son más característicos, como la cerámica tradicional y moderna, las pinturas, artículos de cuero, jabones, velas, flores y plantas secas, además de otros más novedosos, como miniaturas y muñecas de trapo, alfombras artesanales, artículos típicos de Oriente o ganchillo. También se pudieron apreciar puestos dedicados a la bisutería, la filatelia y la numismática, los libros y las antigüedades.
La parte gastronómica ocupó de nuevo una de las áreas centrales del mercado y de las más demandadas, con productos típicos de Asturias, Cantabria, Galicia y Extremadura, además de los propios locales, como en el caso de repostería, quesos, embutidos o miel. Esta edición contó con varias demostraciones en directo de cuero, talla en madera, navajas y maquillaje infantil, además de la animación que proporcionaron por todas las calles los músicos ambulantes, con gaitas, dulzainas y tambores; un mago, los zancudos, malabaristas y los tragafuegos.
Los niños disfrutaron de un teatro de guiñol y varias ONG pudieron volver a exponer sus productos, como en el caso de las Madres Bernardas, que elaboran unos dulces muy demandados; la organización de comercio justo Setem y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afata).
Fuente: latribunadetalavera.es