El motor de la ciencia en Barcelona

• El PRBB, el parque biomédico de la Barceloneta, cumple 10 años de investigación de alto nivel
• El edificio, con 50.000 metros cuadrados, se ha quedado pequeño ante el crecimiento de sus institutos

El Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona (PRBB), el emblemático edificio de cubierta de madera y planta elíptica que se alza junto al Hospital del Mar, con vistas a la playa de la Barceloneta, se ha convertido en los 10 años transcurridos desde su creación en un referente de la ciencia más puntera y más moderna que se realiza en la ciudad y en el sur de Europa, y prueba de ello es la capacidad que ha tenido para atraer talento internacional -prácticamente un tercio de todo su personal- y conseguir financiación externa, muy particularmente de la Unión Europea.

Aunque su inauguración oficial fue exactamente el 15 de mayo del 2006, este jueves celebrará por adelantado su décimo aniversario con la presencia de las autoridades y un acto institucional.

La trayectoria del PRBB ha sido tan exitosa que los 50.000 metros cuadrados del edificio, que parecían inabarcables cuando estaba vacío, se han quedado pequeños ante el crecimiento de personal y equipos experimentado por los siete institutos públicos a los que da cobijo, especialmente el Centro de Regulación Genómica (CGR), que ocupa dos plantas y media y que ahora incorpora en su seno el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG). "El espacio está a tope. Es un elemento de tensión, aunque no dramático", reconoce Jordi Camí, director general y fundador del PRBB.

1.500 TRABAJADORES

El parque biomédico, con 1.500 trabajadores, es la mayor concentración de científicos en un mismo edificio en muchos centenares de kilómetros a la redonda. Además, con representantes de más de 50 países, es en cierta manera una ONU de la ciencia en la que el inglés funciona como la lengua franca. "Aunque puede ayudar, nadie vendría a Barcelona solo por este magnífico edificio y este clima. Si vienen es porque nosotros y otros grandes institutos jóvenes, como el Icfo, el IRB y el Iciq, entre otros, no tienen nada que envidiar a los mejores del mundo", asegura el director del CRG, Luis Serrano, que se incorporó a su instituto desde Alemania. También fue clave, añade, la creación del programa ICREA de la Generalitat, que permite incorporar a investigadores consolidados con un sueldo competitivo en Europa.

El PRBB, que tiene como patrones a la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra (UPF), acoge siete instituciones dedicadas a la biomedicina en sentido amplio, desde el estudio del genoma hasta la epidemiología ambiental, desde la ciencia más básica hasta la más aplicada o traslacional -en colaboración con el Hospital del Mar-. También tiene una vocación docente (CEXS-UPF) y divulgativa.

Los institutos presentes comparten infraestructuras, servicios y equipos, así como el animalario, el código ético de buenas prácticas y hasta una revista, aunque quizá lo fundamental son las sinergias que surgen de la proximidad, de los encuentros informales en el ascensor o la cafetería. "Lograr una masa crítica de gente era fundamental para avanzar", sintetiza Camí. En la misma línea se expresa Josep M. Antó, director del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), otro de los centros participantes: "Esta masa crítica estimula mucho a la gente y tiene una gran capacidad de atracción. Crea comunidad". "Otro aspecto fundamental -prosigue Antó- son las plataformas [equipos] del PRBB, como la unidad de bioinformática, que están abiertas a todos y algunas son incluso compartidas".

La escasez de espacio ha forzado en el último año a que dos de los institutos busquen acomodo en otras instalaciones. La Fundación Pasqual Maragall sobre el alzhéimer se traslada a unos edificios cercanos junto al campus de la Ciutadella de la UPF, mientras que lo que queda del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), el instituto fundado por Izpisúa Belmonte, se mudará al Idibell (Bellvitge). Al mismo tiempo se está en negociaciones para incorporar en el PRBB una unidad del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), de Heidelberg. "Estamos en constante evolución. Creces para un lado y pierdes por el otro", justifica Camí.

GRAN PRODUCTIVIDAD

Los datos sobre la actividad científica de los siete institutos son excepcionales: más de 1.200 publicaciones anuales, 300 conferencias, y un gran número de becas nacionales e internacionales. Entre estas últimas destacan 20 Advanced Grants del Consejo Europeo de Investigación (ERC), las mejor dotadas económicamente del continente. Los institutos del PRBB tambén han recibido los máximos reconocimientos españoles en su categoría. El CRG, por ejemplo, ha sido distinguido como Centro de Excelencia Severo Ochoa, la élite de la ciencia en España.

"Hemos conseguido ser un punto sólido en el mapa del mundo de la investigación biomédica", destaca Camí. "Confieso que ni en los momentos más optimistas soñé llegar a este nivel", dice el exdirector del CRG Miguel Beato, quien estuvo implicado en la construcción del parque desde los inicios.