El campo de la neurología está enfrentado, con médicos e investigadores de todo el mundo sumidos en un debate subido de tono. La causa de la polémica ha sido la aprobación en junio por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) del aducanumab, un nuevo tratamiento comercializado por la farmacéutica estadounidense Biogen con el nombre de Aduhelm, que busca ralentizar la progresión del alzhéimer al eliminar del cerebro las placas de proteínas beta amiloide, uno de los principales sospechosos de causar la enfermedad.
El problema principal es que no hay evidencias concluyentes, solo parciales, de que el fármaco, el primero en ser autorizado en dos décadas en el área, funciona. “Los ensayos clínicos han sido bastante accidentados”, admite Juan Forte, neurólogo y coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN). De los dos ensayos realizados, explica el experto, solo uno mostró –en una revisión posterior de los datos– que se había conseguido retrasar en un 22% el deterioro cognitivo de los participantes.
Más información: Cinco Días