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El “olvido” de las personas con la enfermedad de Alzheimer durante la COVID-19

«¿Cómo puede ser que a mi marido, con alzhéimer, no le haya visto un médico en 11 meses?». Es lo que no puede entender Julia, que a sus 68 años ha tenido que transformarse en enfermera, terapeuta, policía... El alzhéimer cambió sus vidas hace ahora seis años. Durante todo este tiempo lo habían llevado bien hasta que llegó la pandemia. «Ha sido mortal. Hasta que no le vio un médico mi vida en casa ha sido un infierno. Se volvió violento, estaba desquiciado, no me reconocía, me insultaba, salía a buscar a sus padres fallecidos cuando no se podía salir, se perdía, iba a buscarle... gracias a Dios que ha dormido todas las noches en casa», recuerda Julia, que agradece a la Policía que no la multaran.

El 19 de octubre de 2019 había sido la última vez que un doctor vio a su esposo. Entonces todo iba bien, él iba a una asociación y dentro de lo difícil que es esta enfermedad la situación se sobrellevaba. Sin embargo, cuando estalló la pandemia Julia empezó a notar cambios de comportamiento en él. Tras muchas llamadas, decide llevarle a un médico particular, dado que no logra que le atienda su doctor. «El 23 de junio le vio un médico particular y desde entonces está estupendamente. Tiene alguna que otra pérdida de memoria, me dice a veces que tiene que regresar a su casa porque me confunde con su hermana o con una amiga», relata Julia, que agradece la ayuda prestada por sus cuatro hijos. «Sin que yo les haya dicho nada siempre han estado ahí».

Más información: La Razón

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