El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, aprovechará la presidencia británica del G8 para organizar el próximo diciembre en Londres la primera cumbre sobre la demencia, según reveló hoy el titular de Sanidad, Jeremy Hunt.
Tanto Hunt como el jefe del Ejecutivo instaron hoy a los ministros de Sanidad de los ocho países más industrializados del mundo a asistir a la reunión, con la que pretenden buscar "un nuevo nivel de colaboración internacional" para abordar un problema "global".
"La demencia está lejos de ser un problema únicamente británico, es un desafío a nivel mundial y dada la escala del reto que plantea para cada país, no podemos ignorar el potencial de un enfoque internacional a la hora de afrontar este asunto", indicó hoy Hunt en declaraciones recogidas por los medios británicos.
En la cumbre se pretende analizar terapias efectivas y nuevas investigaciones sobre esa condición así como otras medidas para ralentizar el impacto de la enfermedad.
"Es por ello que ponemos la lucha contra la demencia en el mapa mundial, empleando la presidencia británica del G8 para organizar la primera cumbre dedicada a buscar un nuevo nivel de colaboración internacional", dijo Hunt.
El Reino Unido ya ha comenzado un programa de acción a nivel nacional mediante una iniciativa parlamentaria llamada "Challenge On Dementia", que comenzó a funcionar en 2011, según recordó el ministro.
Hunt dijo que con esa cumbre del G8 (EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Japón, Canadá y Rusia), "los países pueden emplear esa ocasión única para unirse y ver qué podemos hacer para ayudar a nuestros ciudadanos y que el resto del mundo pueda erradicar este desafío global".
Por su parte, Cameron ya ha manifestado en el pasado que erradicar la demencia es una "prioridad personal" en su agenda y ha anunciado un aumento en las subvenciones a la investigación de tratamientos para esa enfermedad de unos 66 millones de libras (unos 77 millones de euros) antes de 2015.
La demencia es un síndrome asociado con una declive progresivo del cerebro y sus capacidades, que afecta aproximadamente a 35,6 millones de personas en todo el mundo, incluyendo 800.000 en el Reino Unido.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ese número podría alcanzar los 115,4 millones en 2059 y los expertos vaticinan que sólo en este país la cifra de afectados por esa condición podría ser de un millón de personas antes de finales de 2010.
Fuente: abc.es