CARLOS GIL «Es amarillo, como si fuera una cerveza». Es como define la doctora Nuria Ramos Pastor, responsable de las donaciones de sangre en el hospital Virgen de la Concha, el aspecto del plasma, que desde hace un mes se extrae también en Zamora.
Para la donación de plasma se utiliza una máquina «que va sacando un poquito de sangre, filtra el plasma, que envía a una bolsa, y devuelve el resto de la sangre al organismo. El pinchazo es el mismo que cuando se dona sangre normalmente y la única diferencia con la donación de sangre completa es que la de este tipo, de plasma, dura más rato». Efectivamente, si en una donación clásica «puedes llenar la bolsa en cinco o diez minutos, en una de plasma puedes tardar treinta, cuarenta o cincuenta minutos, porque va sacando poquito a poco. Depende de la vena del donante y de algún otro valor hematológico como el hematocrito».
Se saca solo el plasma. «Nuestra sangre tiene una serie de componentes, tiene células. Pero aparte de las plaquetas, los glóbulos rojos o los leucocitos tiene el líquido, que es lo que nosotros sacamos, el plasma, donde están las proteínas y una serie de nutrientes».
Es un tipo de donación, relata la doctora «muy selectiva solo para grupos AB y B. Se podrían hacer en casos muy concretos a los A y a los 0, pero en principio va dirigida a a los AB». Y es que si en la sangre el grupo universal es el 0, en el caso del plasma ocurre lo contrario, y el universal es el AB; «vale para todo el mundo. Los B son grupos sanguíneos que tiene muy poquita gente. De hecho, si alguna bolsa de sangre caduca a lo largo del año, son las del grupo B». Mientras la sangre de este grupo se utiliza poco, el plasma en cambio «es muy importante». El plasma se usa para fabricar medicamentos ; lo último que se está haciendo en investigación es usar algunas proteínas del plasma para el tratamiento del Alzheimer».
Con una donación de sangre total, se obtiene menos cantidad de plasma «porque claro, sacamos plaqueta y glóbulos rojos, con la plasmaféresis sacamos solo plasma». Otra ventaja de este tipo de donación es que «cuando a un enfermo necesita una transfusión de plasma, como puede ser un gran quemado o un paciente de otro tipo de enfermedad, en lugar de ponerles el líquido de muchos donantes se les pone el de uno solo. Con lo cual su cuerpo va a tener menos efectos secundarios, menos posibles reacciones adversas que con la transfusión de plasma».
El plasma se utiliza en determinadas enfermedades, coagulopatías y sobre todo también para los quemados. «Cuando una persona se quema aparte de las lesiones que pueda tener pierde líquido, agua, no células, y es lo que hay que reponerle. No es como cuando alguien sangra, que pierde glóbulos rojos, plaquetas. El quemado suele perder solo el agua, por lo que se le transfunde solo el plasma».
Al no sacar ningún tipo de célula, «el líquido se recupera en dos o tres horas. Cuando la gente dona sangre total, que hay que esperar dos meses entre una donación y otra porque sacamos células y se tienen que recuperar. De hecho, no pueden hacer más de cuatro en doce meses los hombres ni más de tres las mujeres. La donación de plasma se podría hacer cada quince días, porque como solo es el líquido se recupera enseguida», indica Nuria Ramos.
La plasmaféresis se hacía ya en Zamora hace muchos años, cuando el Banco de Sangre, pero ahora no se practicaba. «Nosotros hemos empezado el 28 de octubre con este tipo de donación, que se va a hacer también en Segovia, Ávila y Palencia. En Valladolid ya se está haciendo y en Salamanca se hizo hace unos años, pero ahora no se sigue con el programa. La idea es extenderla a toda la región».
Fuente: laopiniondezamora.es