Buscan solucionar o aliviar los problemas que existen en su entorno, pero no les basta con hacer donativos, tampoco les es suficiente destinar horas de su tiempo libre a voluntariados. Quieren ganarse la vida haciendo lo que más les gusta: ayudar a los demás. Son los emprendedores sociales.
Cada vez son más numerosos y cada vez son más las instituciones que deciden apoyar este tipo de modelos empresariales. Es el caso de la Universidad Europea, que con la colaboración de las fundaciones International Youth y Sylvian Laureate y el apoyo de Banco Santander, ha celebrado la séptima edición de los Premios jóvenes emprendedores sociales. Cada año, 10 iniciativas son seleccionadas y apoyadas con 30.000 euros (3.000 por proyecto) y formación académica.
“Para nosotros, el apoyo económico es indispensable, pero además todos los conocimientos y profesionales que ponen a nuestra disposición son indudablemente un plus”, comenta José Manuel Olmedo, uno de los emprendedores premiados en esta edición.
José es el responsable, junto con su hermana Mar, de Música para despertar, un proyecto concebido para aliviar a los afectados de Alzheimer a través de una recopilación autobiográfica de las canciones de la vida de cada enfermo.
Cada proyecto seleccionado recibe una ayuda de 3.000 euros y formación académica
“Está demostrado que los recuerdos musicales y las emociones es lo último que pierden estos enfermos. A través de la música consiguen disminuir sus conductas agresivas y apaciguar sus nervios con el fin de disminuir su sufrimiento y hacerles más llevadera la enfermedad a ellos mismos y a sus familiares”, explica Olmedo.
De momento están desarrollando su idea en el centro Cáxar de la Vega en Granada y quieren invertir en una aplicación móvil para ayudar a los enfermos en sus domicilios, así como en Latinoamérica, de donde les están llegando numerosas peticiones.
Para Sara Guzmán Bolillo, cofundadora de Prometteo, lo más importante de estos premios es la red de contactos que se crea. “Durante siete días hemos estado conviviendo con personas que están en la misma situación, que tienen las mismas inquietudes y que buscan sacar adelante sus proyectos”, comenta. “A mí todos ellos me han enriquecido con sus experiencias. Y a eso hay que sumarle todas las ponencias que recibimos durante esos días y el campus virtual que tenemos a nuestra disposición con infinidad de artículos y recursos”, añade.
Prometteo, que comenzó como un trabajo universitario, da servicio a museos, hoteles y demás enclaves turísticos. Su propósito es mejorar las experiencias de los viajeros con discapacidad auditiva. Para ello cuentan con una aplicación en la que se puede valorar y opinar sobre las experiencias de los usuarios y en la que se pueden ver 28 vídeos sobre puntos emblemáticos de la ciudad de Barcelona grabados con lenguaje de signos.
Otra de las iniciativas premiadas es RIE (Red Internacional de Educación). Sergio Carneros, uno de sus fundadores, describe el concepto. “Se trata de renovar los espacios educativos a todos los niveles: tecnología, libros, profesoradoeX03 En la escuela tradicional, el alumno se limita a escuchar; en las escuelas renovadas, el alumno participa y colabora, lo que se traduce en una enseñanza de mayor calidad”.
Actualmente, RIE cuenta con tres libros, 10 vídeos, 12 cursos y 40 profesionales, 12 de los cuales están repartidos por varios países de Suramérica. Sus servicios y su lema “Renovemos la escuela, transformemos el mundo” ya son reconocidos en España, Ecuador y El Salvador y pronto llegará a Perú y Colombia.
Fuente: http://cincodias.com