Son ricos, famosos y se posicionan entre los 50 primeros puestos en la lista publicada por Forbes como las personas más adineradas del mundo, además todos ellos tienen algo en común, y es que se dedican al sector tecnológico y tienen una infinidad de caprichos. Las cinco lecciones de liderazgo de Bill Gates
Nombres como Bill Gates (Microsoft), Larry Ellison (Oracle) Sergey Brin y Larry Page (Google), Jezz Bezos (Amazon) y Mark Zuckerberg (Facebook) son conocidos por la mayoría debido a sus grandes éxitos y por poseer una inmensa fortuna, tal es el caso, que todos ellos tienen una cuenta bancaria que sobrepasa los 15.000 millones de dólares. Algunos como el propio Gates, dedican gran parte de ese dinero a causas benéficas, pero la mayoría prefieren costear costosísimos caprichos. Descubre en que gastan su dinero todos ellos, según un artículo publicado por el portal lainformación.
1. Sergey Brin
El cofundador de Google está también detrás de la start-up 23andMe, que creó junto a su esposa Anne Wojcicki. A través de Google Ventures, financia las investigaciones genéticas de esta empresa para acabar con el Parkinson. La idea surgió ya que su propia madre sufre esta enfermedad y por una necesidad de ayudarla. De hecho, ya han dado con algunos hallazgos que podrían salvarle la vida.
2. Jeff Bezos
Si la hoja de gastos de Brin destila solidaridad, la del fundador de Amazon es más excéntrica y caprichosa. Por ejemplo, Bezos se ha dejado más de 30 millones de euros en construir un reloj gigante que repicará cada década, siglo y mileno durante los próximos 10.000 años. También ha puesto sus huevos en la cesta de Blue Origin (una empresa dedicada a los viajes espaciales) y en contratar a un equipo de expertos para que encontrasen en las profundidades marinas los motores que impulsaron al Apollo 11 hasta el espacio y lo cierto es, que los lograron encontrar.
3. Mark Zuckerberg
El creador de Facebook ha invertido su dinero principalmente en la educación y la salud. En 2010 destinó 75 millones de euros a la educación pública de Newark. También durante ese año respaldó la 'Giving Pledge', una campaña iniciada por Warren Buffet y Bill Gates para que los acaudalados donen la mayor parte de su dinero a fines benéficos.
4. Dustin Moskowitz
Moskowitz es otro de los cuatro fundadores de Facebook, concretamente el que siguió al lado de Zuckerberg cuando dejó Harvard. Más tarde, en 2008, abandonó la todopoderosa red social para fundar Asana, aunque mantiene un respetable 7,8% de las acciones. Entre unas cosas y otras se ha convertido, según Forbes, en el multimillonario más joven del mundo que se ha hecho a sí mismo. Dustin también invierte parte de su dinero en causas sociales, especialmente en la lucha contra las enfermedades que más daño hacen en el Tercer Mundo, como la malaria. A través de su fundación, Good Ventures, Moskowitz financia proyectos recomendados por GiveWell, una ONG dirigida por su propia esposa.
5. Biz Stone
Cofundador de Twitter. Es vegano y dedica parte de su fortuna a la protección de los animales. Junto con el otro fundador, Evan Williams, ha llegado a financiar una empresa dedicada a la fabricación de carne 'falsa' que sabe y tiene la textura de la carne de pollo normal.
6. Bill Gates
A llegado a sonar entre los candidatos al premio Nobel de la Paz en varias ocasiones por su labor filantrópica que gestiona a través de su fundación. Gates ha invertido principalmente en causas relacionadas con la sanidad, la educación o la alimentación. Aunque últimamente hay un asunto que le está apartando de estas labores, que es: reinventar el retrete sostenible.
7.Paul Allen
Es el otro cofundador de Microsoft y en nada se parece a la filantropía de Gates. Clubes deportivos profesionales, un museo del rock and roll, aviones de la Segunda Guerra Mundial... son algunos de los caprichos de este multimillonario. Aunque de vez en cuando también apoya alguna obra social, como la inversión de casi 375 millones de euros que destinó al Instituto Allen para la Neurociencia, que lucha contra enfermedades como el Alzheimer que sufrió su madre.
Fuente: eleconomista.es