Se han revelado diminutas partículas de contaminación del aire en los tallos cerebrales de los jóvenes y están íntimamente asociadas con el daño molecular relacionado con la enfermedad de Alzheimer y Parkinson.
Si el descubrimiento pionero es confirmado por investigaciones futuras, tendría implicaciones mundiales porque el 90% de la población mundial vive con aire inseguro. Los expertos médicos son cautelosos con los hallazgos y dijeron que, si bien las nanopartículas son una causa probable del daño, aún está por verse si esto conduce a una enfermedad más adelante en la vida.
Ya existe una buena evidencia estadística de que una mayor exposición a la contaminación del aire aumenta las tasas de enfermedades neurodegenerativas, pero la importancia del nuevo estudio es que muestra un posible mecanismo físico por el cual se produce el daño.
Los investigadores encontraron abundantes nanopartículas contaminantes en los tallos cerebrales de 186 jóvenes de la Ciudad de México que habían muerto repentinamente entre los 11 meses y los 27 años. Es probable que hayan llegado al cerebro después de ser inhalado en el torrente sanguíneo, o por la nariz o el intestino.
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