Como en casi todas las formas de demencia, los síntomas de la enfermedad de Pick, una demencia frontotemporal que se produce con mucha menos frecuencia que otros tipos más habituales, como la enfermedad de Alzheimer o la demencia vascular, prevalece en las personas jóvenes y afecta a menores de 65 años, son muy sutiles pero empeoran de forma brusca con los años.
Cuando la enfermedad de Pick es diagnosticada, pueden haber pasado varios años y el paciente sufre y hace sufrir a su familia, porque algo sucede y aún no da la cara. Entre los síntomas principales de la demencia frontotemporal está el daño sufrido en las diferentes áreas de los lóbulos frontales y temporales, que pueden tener, o bien una variante conductual, o una afasia progresiva no fluente, o bien una demencia semántica.
Hay que considerar que la tasa de progresión de la demencia frontotemporal varía desde dos a diez años, o más. Esto no supone riesgo alguno, ya que pacientes diagnosticados con la enfermedad de Pick, que es neurodegenerativa, llegan a vivir entre diez y quince años más después del inicio de los síntomas.
Los más preocupantes son los motores y los que suponen riesgo de perder coordinación, pues producen temblores, rigidez y, a veces, dificultad para tragar. Estos trastornos suponen una degeneración del sistema nervioso y adelantan el empeoramiento en los años venideros.
Para más información: Periodistas