Los enfermos de Alzheimer sometidos al Programa de Psicoestimulación Integral (PPI) en la mejora cognitiva, un método de la Fundación ACE-Barcelona Alzheimer Treatment & Research Center, mantienen parte de la capacidad de aprendizaje, según ha concluido un estudio llevado a cabo con 1.549 pacientes.
Los resultados del estudio, que publica la revista 'Journal of Alzheimer's Disease', prueban la eficacia en enfermos de Alzheimer de aplicar este método, basado en el uso de técnicas de psicoestimulación, psicoexpresión y de terapia ocupacional, desarrollado por la Fundación ACE.
La investigación, dirigida por la doctora Mercè Boada y Lluís Tárraga, ha analizado los datos que la fundación ha acumulado en las sucesivas evaluaciones de los 1.549 pacientes que han seguido el programa. Más allá de probar la eficacia del método, el estudio revela un aspecto más general de la incidencia del Alzheimer (o de otras demencias) sobre la capacidad cognitiva del enfermo: la capacidad de aprendizaje del paciente se puede mantener, a pesar de sufrir elevados niveles de neurodegeneración, incluso cuando esta degradación conlleva la pérdida del habla o la alteración total de la conducta.
En el caso concreto de los pacientes de la Fundación ACE, el análisis concluye que aquellos que han participado en el PPI consiguen prolongar su autonomía personal durante más tiempo (en algunos casos, años) y también retrasar la llegada a las últimas fases de la enfermedad, en comparación con las personas que no han participado en el programa.
El Programa de Psicoestimulación Integral (PPI) se utiliza desde el año 1991 en el Centro y el Hospital de Día de la Fundación ACE, y fue creado para responder a la necesidad de los profesionales que atendían a las personas con demencia de una sistemática de intervención no farmacológica, a partir de la constatación de que la capacidad de aprendizaje en los enfermos, a pesar de ser reducida, existe y puede ser estimulada.
Según ha informado la Fundación, habitualmente, los pacientes están ocho horas en el centro, de lunes a sábado, realizando talleres de grupo para activar, recuperar o mantener sus capacidades físicas, intelectuales y sociales.
En el taller de psicoestimulación, realizan actividades individuales o grupales, con diversos grados de dificultad, para estimular las funciones mentales superiores. En el de psicoexpresión, los enfermos tienen la posibilidad de reforzar su motricidad mediante técnicas de microgimnasia o juegos, y en los talleres ocupacionales, los pacientes pueden realizar tareas manuales con el objetivo de activar los recuerdos y la conversación. El PPI incluye la evaluación bimestral de las pruebas neuropsicológicas, para observar cuál ha sido la evolución.
Fuente: elperiodico.com