Enfrentamiento muy duro el protagonizado ayer durante los ruegos y preguntas del Pleno Ordinario entre el comité de empresa de FEPAS (empresa encargada del servicio de ayuda a domicilio del Plan Concertado) con la concejal de Atención Social, Aránzazu Martín y el alcalde de la capital, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.
Las trabajadoras le reclamaban a ambos que no habían cumplido con su palabra a lo largo de la negociación para una posible unificación del servicio con el que se presta con la Ley de Dependencia.
Aseguraron que estaban dispuestas a cobrar lo mismo que las trabajadoras del otro servicio (actualmente ellas cobran casi 23 euros la hora mientras que las de Ley de Dependencia perciben 13) pero querían que en el pliego de condiciones apareciera su jornada laboral y su horario de mañana.
Además solicitaron al alcalde que las recibiera porque llevan meses esperándolo.
Concejales
Por su parte Aránzazu Martín afirmó que esas peticiones no pueden incluirse en el pliego ya que “las trabajadoras de la plantilla del servicio lo denunciarían inmediatamente” y que podrían ganar el pleito con lo que “¿si todas trabajan de 8 a 16.00 horas y hay un dependiente por la tarde, a quién mandamos?”.
Además, tanto el alcalde como Martín, a pesar de reconocer que “se les está pidiendo un sacrificio” a las trabajadoras, tienen claro que la propuesta es la mejor que se puede hacer. Una propuesta que les permitiría mantener su antigüedad pero que, al renunciar a sus derechos adquiridos en los convenios anteriores, no les cifra número de horas y les baja el sueldo, a pesar de que se les indemnizaría económicamente.
Lo que sí dejó claro la edil de Atención Social es que, si no se alcanza un acuerdo “volveremos a sacar por separado el pliego”, a pesar de que el plan concertado está condenado a desaparecer en favor de la Ley de Dependencia.
Fuente: lavozdealmeria.es