La principal razón de que hoy convivan en todo el mundo alrededor de 30 millones de personas con la enfermedad de Alzheimer, se explica por el progresivo proceso de envejecimiento de la población y, sobre todo, por la falta de tratamientos capaces de frenarla, menos aún de curarla. La incidencia de la enfermedad, según alertan los expertos, se habrá triplicado ya para el año 2050.
Sin embargo, su riesgo de aparición se puede reducir, y mucho, adoptando un estilo de vida saludable y manteniendo una ‘actividad mental’ adecuada –como sería por ejemplo leer libros o hacer crucigramas–.
Un estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale en New Haven (EE.UU.) muestra que los mayores que mantienen unas creencias positivas sobre su edad tienen una probabilidad muy inferior de padecer alzhéimer.
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