El alzheimer es una enfermedad progresiva sin tratamiento definido
La cantidad de personas con alzheimer en el continente americano se triplicará para 2050, según una proyección elaborada por la Asociación de Alzheimer y Alzheimer's Disease International.
Esta silenciosa enfermedad es neurodegenerativa y progresiva. En primera instancia se presenta como una alteración en la memoria. Se caracteriza por la pérdida de las neuronas, el desarrollo de células anormales, la pérdida del volumen del tejido cerebral, etc.
El neurólogo Jorge Pesantes, del Hospital Metropolitano, explica que la epidemiología del alzheimer es igual en todos los países del mundo y crece significativamente con el paso de los años.
Esta enfermedad afecta al 1% de la población de entre 60 y 65 años, pero aumenta al 35% de personas con edades superiores a los 80 años.
Las proyecciones de incremento de casos de personas con alzheimer se explican por el aumento de la expectativa de vida, según el doctor Pesantes.
"Si la población es más vieja ocurre más, porque el alzheimer se produce muy rara vez en pacientes jóvenes", dice.
En diciembre pasado, Bloomberg publicó los datos arrojados a partir de un estudio realizado por la Fundación Bill y Melinda Gates, que concluyó que la esperanza de vida mundial alcanzaría el récord histórico de 71,5 años. Esto significa un crecimiento de 6,2 años en relación con décadas pasadas.
Según Bloomberg, eso significa que una persona nacida en el último año vivirá seis años más que alguien nacido en 1990.
Según la Organización Mundial de la Salud, en la mayor parte del continente americano, incluyendo a Ecuador, la esperanza de vida está entre los 75 y 85 años y ese es un factor que incide en el crecimiento de las cifras proyectadas en cuanto a los pacientes con alzheimer.
Se estima que el año pasado había entre 80 mil y 100 mil personas afectadas por esta y otro tipo de demencias relacionadas con la edad, como la frontotemporal, la vascular, las mixtas, etc.
El doctor Pesantes explica que se ha concluido que los pacientes con mayor escolaridad o que tienen costumbre de leer o desarrollar su intelecto tienen menos probabilidades de sufrir alzheimer. Además, afirma que hay alteraciones metabólicas y sistémicas vinculadas con esta demencia.
Por ejemplo, el nexo entre enfermedades del terreno cardiovascular, como la hipertensión arterial con el alzhéimer puede producir demencias mixtas. Esto suele suceder cuando la hipertensión deriva en lesiones vasculares o infartos cerebrales en áreas estratégicas y que finalmente producen un deterioro cognitivo irreversible en el paciente afectado.
Pesantes aclara que el alzheimer es una enfermedad progresiva sin tratamiento definido. Sin embargo se puede usar medicamentos que actúan sobre la acetilcolina, que es un neurotransmisor.
Esta es una sustancia química que modula la actividad cerebral. Hay medicamentos que actúan sobre ella y en etapas iniciales de la enfermedad pueden frenar un poco el proceso.
A fines del año pasado, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la veta de Namzaric, un fármaco que combina donepezilo y memantina, componentes que antes se administraban por separado.
El primero actúa precisamente para bloquear una enzima que daña a la acetilcolina, mientras que el segundo frena a los receptores que afectan el trabajo de otro neurotransmisor, el glutamato.
Esta enfermedad afecta también al entorno familiar por los cambios de ánimo de los pacientes y por su pérdida de memoria, especialmente.
Pesantes recomienda mantener el control de otros males que coexisten con alzheimer, como diabetes, hipertensión o posibles procesos infecciosos. Si no son controlados podrían aumentar el deterioro.
Fuente: eluniversal.com.mx