Cesta de la compra

{{#if has_items}}
{{#each line_items}}
{{ full_title }}
{{ quantity }}
{{{ subtotal_human }}}
{{/each}}
Subtotal {{{ subtotal_human }}}
{{#if coupon_name}}
Cupón de descuento {{ coupon_name }} - {{{ coupon_discount_human }}} x
{{/if}} {{#if donation}}
Donación {{{ donation_human }}}
{{/if}}
{{#if shipping_handling_left_for_free}}
(Te quedan {{{ shipping_handling_left_for_free }}} para que el envío sea gratis)
{{/if}}
{{#if tx_okstock}} Envíos en 72h. {{/if}} {{#if delivery_date}} El pedido te llegará el {{ delivery_date_human }} {{/if}}
Total {{{ total_ceafa }}}
{{else}}
Actualmente no tienes nada en la cesta de la compra. Ir a la tienda.
{{/if}}

Este será el siglo del cerebro

El primer contrato Ramón y Cajal conseguido en los diez últimos años dentro del Sistema Galego de Saúde fue para Roberto Agis-Balboa. El investigador trabaja en Vigo desde 2013 y está el área de Neurociencias del Cunqueiro.

Trabajaba como investigador en el Instituto Europeo de Neurociencias en Alemania cuando el Instituto de Investigación Biomédica de Vigo lo captó en 2013 dentro del programa Biocaps, junto a otros seis cerebros que trabajaban fuera de Galicia o de España. Roberto Agis-Balboa acaba de lograr el primer contrato Ramón y Cajal en biomedicina que se dio en los últimos diez años en el Sergas. Su pasión es la ciencia, pero no es lo único que le entusiasma porque desde junio pasado ejerce también concejal de Cultura, Festexos e Xuventude en Sanxenxo, donde vive.

Su contrato en Biocaps termina en enero del próximo año y aunque tenía ofertas de trabajo para irse a Barcelona, Navarro o Santiago, la verdad es que prefería quedarse en Vigo. Desde el Instituto de Investigación Biomédica de Vigo estaban estudiando con la Xunta cómo retener a estos investigadores, cuando a él le concedieron el Ramón y Cajal, un contrato por cinco años. Son 175 para toda España y se premia la excelencia. “Como se abrió el nuevo hospital y hay que impulsar la parte científica quiero quedarme aquí. Es un desafío más complicado que ir a un sitio con una estructura montada, pero es la ilusión de empezar un proyecto nuevo y crecer con él”, afirma.

En realidad desde que está en Vigo la investigación biomédica vive una transición: en 2013 el Instituto estaba en el Meixoeiro pero se había creado un laboratorio en la segunda planta del Rebullón. Ahora  se mudaron al nuevo hospital, donde cuentan con área docente y de investigación que les permitirá lograr la acreditación del Instituto de Salud Carlos III, y se esperaba que abra en breve el Centro de Investigaciones Biomédicas (Cinbio) de la Universidad, que incluye un animalario, clave para muchas de las investigaciones que realizan. Por todo ello, Agis-Balboa se quiere quedar y aportar sus conocimientos dentro del área de neurociencias y enfermedades psiquátricas. Está convencido que  “este será el siglo del cerebro” y él eligió un área llamada epigenética.

Proyecta estudiar la interacción entre la depresión y el Alzheimer

nnn Roberto Agis-Balboa estudia la epigenética, que simplificando mucho es la relación entre el genoma y el ambiente (el estilo de vida),  y dentro de eso los mecanismos químicos que hacen que un gen se exprese en una persona (y con ello pueda provocar un cáncer o al contrario mejorar la memoria por poner solo dos ejemplos) o que ese gen continúe “apagado”. Explica que todos tenemos un genoma que se va a regular de forma diferente dependiendo de la vida que llevemos y que esos mecanismos que regulan los genes son reversibles. Esto supone que se podría encontrar la terapia para inhibir la expresión de ese gen y mejorar la memoria en caso de Alzheimer, y así con muchas otras enfermedades. El problema es que con la edad avanzada los mecanismos epigenéticos empiezan a fallar y por otro lado enfermedades como el Alzheimer se detectan cuando ya es muy  tarde. Por eso, uno de los “griales” de la ciencia a nivel mundial es buscar un biomarcador que permita diagnosticar el Alzheimer de manera temprana y es también uno de los proyectos de Roberto Agis-Balboa.

Depresión y alzheimer


Otro de los proyectos en los que trabaja tiene que ver con la depresión. Señala que a día de hoy un porcentaje de los medicamentos que da el psiquiatra a un paciente no funcionan porque cada persona es distinta y es necesario probar otra cosa. En este caso el objetivo es buscar un biomarcador sencillos y barato que facilite las cosas y que con el tiempo permita sabe el antidepresivo concreto que necesita cada persona. El jefe de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Vigo, José Manuel Olivares, también publicó en fecha reciente un artículo sobre esta cuestión con otros expertos.

Al margen de esto, Agis-Balboa impulsa un proyecto para conocer las interacciones entre una enfermedad psiquiátrica (la depresión) y una enfermedad neurodegenerativa (el Alzheimer) y además lo quiere estudiar en humanos, estudiando cerebros postmortem (el Chuvi cuenta con un banco de cerebros) y muestras de sangre y líquido cefalorraquídeo. “La depresión se puede considerar un factor de riesgo para el Alzheimer, las estadísticas muestran que sí, pero aún no está claro. Había que hacer un estudio longitudinal en gente de 20 años hasta los 70, en Alemania están empezando a hacerlo”. El investigador había llevado a cabo una iniciativa similar en Alemania con modelos de animales, en la que estudió la interacción entre el estrés postraumático y el Alzheimer

Agis-Balboa es también profesor asociado del Máster y Doctorado en Neurociencia que coordina la Universidad de Santiago y en el que participan las tres universidades gallegas. Él lo hace como miembro del Instituto Biomédico de Vigo. Su relación con Vigo empezó mucho antes porque había estudiado dos años de Teleco antes de decidir que lo suyo era la Neurociencia. Hoy escribe en dos blogs y tiene una intensa faceta  divulgadora.

Fuente: atlantico.net

Con la colaboración de