Irunés de padres catalanes y afincado en Hendaia, el barítono Jordi Freixa actúa mañana en su ciudad natal. Será en el concierto sinfónico-coral que, cada año, organiza el Rotary Club de Irun-Bidasoa con fines benéficos. En esta ocasión, la recaudación se destinará a la Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Alzheimer y otras demencias de Gipuzkoa (Afagi). Además, esta cita en la que colabora la Sociedad Cultural Coro Ametsa se celebrará en homenaje a Fernando Etxepare Díaz, al que Jordi Freixa recuerda con gran cariño.
-No es la primera vez que participa en este concierto navideño, en el que ya intervino en 2010. ¿Cómo surge esta nueva colaboración?
-Siempre he tenido un vínculo muy estrecho con el coro Ametsa. Allí empecé a cantar, en aquellos años dirigido por Fernando Etxepare Díaz. Desde entonces siempre he mantenido una relación especial con el coro: en Navidades salgo a cantar con ellos, he echado un cable como refuerzo en alguna actuación... Además, a Fernando Etxepare Gómez me une una amistad de muchos años.
-El concierto de mañana es, precisamente, en homenaje a su padre, fallecido hace apenas un año...
-Exactamente. Fernando hijo me comentó que el concierto sería en homenaje a su aita y estoy encantado de poder formar parte de este proyecto; sabiendo, además, que los fines del acto son solidarios en favor de Afagi. Cuando es para temas benéficos, siempre te implicas con más ilusión.
-Compartirá escenario con la soprano Elena Barbé. ¿Cómo serán sus intervenciones como intérpretes solistas?
-El réquiem de Fauré es una obra que no es de muy larga duración, pero sí muy bonita. Es una obra que cambia completamente el sentido de lo que sería un réquiem, y yo diría que las intervenciones de los solistas son como una plegaria, con mucho sentimiento. Este réquiem, además, era una de las piezas predilectas de Fernando Etxepare Díaz. Hace ya años, tuve la suerte de poder cantarla con el coro Ametsa. Es una obra que he interpretado en muchas ocasiones, tanto como solista como dentro de un coro.
-Musicalmente hablando, ¿cuál cree que es el principal atractivo de la cita de este domingo?
-Para mi es un concierto atractivo por todo: además del réquiem, que es una obra sinfónico-coral preciosa, en el repertorio está también la 'Pavana para una infanta difunta', pieza en la que interviene como solista Iñaki Etxepare, hijo de Fernando. Es un concierto en el que veremos un poco de todo: una orquesta, un coro, un violonchelista solista... Se podrá apreciar una amplia gama de lo que es la música sinfónica, la música coral... Creo que el programa ha estado muy bien elegido y que es muy interesante.
-Usted es natural de Irun, e imagino que cantar en su ciudad siempre es algo especial...
-Y además de eso, el poder cantar en la parroquia del Juncal siempre es una gozada y un atractivo más dentro de lo que me supone cantar en Irun. Es un valor añadido. Los músicos nos movemos bastante, tenemos una vida ajetreada aunque también muy gratificante: yo ahora vivo en Hendaia, pero antes pasé 16 años en la coral de Burdeos. Sigo dirigiendo diferentes coros profesionales, cantando, dando clases en la escuela de Pamplona y moviéndome por toda Francia por temas laborales.
Fuente: diariovasco.com