El desconocimiento actual sobre el origen del alzhéimer y la búsqueda de terapias mediante enfoques distintos son dos de los puntos actuales en los que se centra la investigación de esta enfermedad. Precisamente, la quinta convocatoria de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI), cuya primera edición puso en marcha la Comisión Europea en 2008, se inicia ahora con seis temas prioritarios, cuatro de los cuales están dedicados a abordar estos aspectos relacionados con la patología.
El objetivo de la iniciativa IMI2 es mejorar la cooperación en el desarrollo de nuevas tecnologías y aunar la experiencia de todos los actores implicados en el proceso para acelerar el desarrollo de fármacos más eficaces y seguros. Con el fin de acercar esta última convocatoria a los colectivos relacionados, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha organizado una jornada informativa junto con el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), Farmaindustria y la Plataforma de Medicamentos Innovadores de España.
Además de la investigación sobre el origen y las posibles terapias en alzhéimer, el proyecto toca el papel de la inflamación en el desarrollo de la enfermedad y la necesidad de identificar biomarcadores de diagnóstico temprano para identificarla cuanto antes. Y es que ahora el diagnóstico se realiza mediante pruebas funcionales que permiten detectar trastornos cognitivos, pero la confirmación de la patología solo es posible tras el fallecimiento.
El último tema dedicado al alzhéimer se refiere al estudio de buenas prácticas en la identificación de la enfermedad y la gestión del paciente en su entorno social y familiar para la mejora de los sistemas de salud.
La enfermedad renal y los ensayos clínicos, también en la agenda
Además de las cuatro áreas dedicadas al alzhéimer, el proyecto cuenta con dos más: una centrada en la enfermedad renal derivada de la diabetes y otra que persigue dar voz a los pacientes en el diseño de ensayos clínicos. Con estos tres temas como base, IMI2 no está tan centrada en la identificación de nuevas dianas moleculares, según se ha explicado, sino en que la aplicación farmacológica de las mismas sea más rápida, segura y eficaz.
El proceso lleva unido, además, una mejora en la eficiencia en los ensayos clínicos. Por ello, se persigue desarrollar un modelo de participación de los pacientes para que las agencias reguladoras, cuando tomen sus decisiones en este campo, las hagan teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios finales, que son precisamente los afectados.
Fuente: estusanidad.com
