Un estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva de Nueva York (EE.UU.), ha llegado a la conclusión que el estrés duplica el riesgo de deterioro cognitivo en las personas mayores.
Las personas que padecen estrés tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y, por tanto, de sufrir un infarto o un ictus. Pero los efectos perniciosos del estrés no acaban ahí: también es fuente de numerosos trastornos físicos y mentales, de alteraciones del sueño, de diabetes y dolores musculares, etc.
Más concretamente, los resultados demuestran que el estrés incrementa el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve amnésico (DLCa), tipo de deterioro cognitivo en el que el síntoma predominante es la pérdida de memoria. Y como sucede con todos los tipos de deterioro cognitivo, su aparición supone un mayor riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer.
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