Andalucía es la única Comunidad Autónoma, junto con Galicia, que cuenta con un plan propio de alzheimer: el Plan Andaluz de Alzheimer. Este hecho es un gran avance en cuanto a garantizar la mejor calidad asistencial sociosanitaria a los más de 95.100 andaluces afectados y a sus familias.
Sin embargo, es necesario dar un paso más. Se estima que, con el aumento de la esperanza de vida, el número de enfermos de alzheimer se duplicará en 2050. La situación actual (y futura) exige, por tanto, la implantación de mejoras nacionales en la calidad asistencial para los pacientes, como nuevas terapias no farmacológicas, recursos y servicios sociales, pero también para sus cuidadores. Todo ello, bajo el paraguas de un Plan Nacional para el Alzheimer que coordine el trabajo de distintas instituciones y organismos gubernamentales.
Así lo han expuesto los expertos que han participado este lunes en Granada en la presentación del informe “El estado del arte de la Enfermedad del Alzheimer en España”, elaborado por PwC con la colaboración de la farmacéutica Lilly.
Según Manuel Carrasco, director de PwC en I+D+i en Sanidad, Pharma y Tecnologías Sanitarias, se trata de “uno de los estudios más amplios y completos sobre la situación actual del Alzheimer en España, ya que analiza la enfermedad desde todos los ángulos: sanitario, social, político, científico, económicoeX03”
Por su parte, Teresa Millán, directora de Relaciones Institucionales de Lilly, ha afirmado que “este informe es, sin duda, un buen punto de partida para resolver los problemas más acuciantes que plantea esta devastadora enfermedad, ya que no sólo da una visión general e integral, sino que también presenta los principales retos que plantea esta enfermedad, proponiendo soluciones para facilitar la cooperación entre los agentes implicados”.
Asimismo, Teresa Millán ha explicado que las líneas de investigación de Lilly, si se confirman las hipótesis planteadas, podrían tener buenos resultados cuando se administren al perfil de paciente adecuado en fases incipientes, haciendo hincapié, una vez más, en la importancia del diagnóstico precoz.
Andalucía, un caso excepcional
Uno de los problemas del abordaje de esta enfermedad es, sin duda, las grandes diferencias entre Comunidades Autónomas. El caso andaluz es una excepción: no sólo cuenta con un Plan Andaluz de Alzheimer sino que éste está integrado en un Plan Integral de Salud Mental desde 2008.
Rocío Muñoz Sánchez, Presidenta de la Confederación Andaluza de Enfermos de Alzheimer, ha destacado el papel del movimiento asociativo en Andalucía en cuanto a concienciación y sensibilización, así como en su trabajo coordinado en red. Asimismo, ha apuntado que “entre los logros más importantes del Plan Andaluz de Alzheimer están los buenos resultados obtenidos por los talleres de estimulación cognitiva (tratamiento no farmacológico) y su contribución al diagnóstico cada vez más temprano, así como programas de ayuda a las familias, como la Tarjeta +Cuidado, o el proyecto Al lado, que fomenta la cooperación entre los servicios sanitarios y las asociaciones para facilitar la labor a las personas cuidadoras”.
Rocío Muñoz ha concluido su intervención expresando la necesidad de un Plan Nacional de Alzheimer que ofrezca a todos los pacientes la misma atención, para que no exista ‘discriminación’ entre Comunidades Autónomas.
Y es que, la mayoría de Comunidades Autónomas no cuentan con una estrategia coordinada ni protocolos asistenciales, por lo que las familias se sienten muchas veces perdidas y solas.
En este sentido, Koldo Aulestia, presidente de la CEAFA, ha subrayado “la necesidad imperiosa de una política de estado que proteja, de manera homogénea y coordinada, los derechos y necesidades de las personas que sufren y de las que se ven afectadas por la enfermedad, como son sus familias y cuidadores”.
Hay que tener en cuenta que el coste por paciente se sitúa entre los 27.000 y 37.000 euros anuales y aumenta a medida que evoluciona la enfermedad, llegándose a triplicar en las etapas avanzadas en las que el paciente es totalmente dependiente. Por ello, nos encontramos no sólo ante un problema sanitario, sino también socioeconómico puesto que las familias son las que asumen la mayor parte del gasto (87% del total) y dedican al enfermo 70 horas semanales de cuidados y atención, lo que supone un total de 286 horas mensuales.
Según Aulestia, “es fundamental que se puedan contemplar las medidas necesarias que posibiliten un diagnóstico temprano, a tiempo para poder comenzar cuanto antes las terapias (farmacológicas y de estimulación) que permitan prolongar los periodos de calidad de vida de los pacientes, aspecto critico a considerar mientras no se encuentre la cura de la enfermedad, y que tiene, además, un enorme potencial de ahorro para el propio Sistema Nacional de Salud”.
El reto en investigación: el diagnóstico temprano
El diagnóstico temprano que menciona el presidente de la CEAFA es, precisamente, el principal reto en investigación. En la actualidad no existe un fármaco que cure la EA. Los medicamentos que se comercializan actualmente controlan los síntomas, pero no impiden su avance ni consiguen restaurar el daño neuronal que ha causado. De ahí que sea fundamental ser capaces de detectar la enfermedad antes de que empiece la pérdida de facultades cognitivas.
María Morell, investigadora del Instituto de Parasitología y Biomedicina (IPBLN), ha apuntado que “la investigación que se está desarrollando en el IPBLN (dirigida por la Dra. González Rey) se basa en la utilización de factores endógenos, los neuropéptidos, producidos tanto por el sistema nervioso central como por el sistema inmunitario, que son capaces de modular ambos sistemas durante la enfermedad restaurando su equilibrio.
“Utilizando neuropéptidos caracterizados previamente en nuestro grupo por su perfil inmunomodulador, hemos comprobado su capacidad de desactivar la respuesta neuroinflamatoria de diferentes poblaciones celulares del parénquima nervioso que participan en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Estos factores además estimulan la producción de mediadores neuroprotectores y regenerativos. Por otro lado, existe una alteración en sus niveles durante el desarrollo de la enfermedad, lo que podría indicar su relevancia como posibles biomarcadores” ha explicado la investigadora.
Según la Dra. Morell “estos neuropéptidos endógenos se presentan como una atractiva estrategia terapéutica para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas con un componente inflamatorio, presentando importantes ventajas frente a otros agentes, al controlar los diferentes componentes de esta enfermedad una vez establecidos”.
El Alzheimer en Andalucía
Prevalencia total: 95.163 paciente diagnosticados
Almería 6.600 pacientes
Cádiz 12.265 pacientes
Córdoba 11.216 pacientes
Granada 11.567 pacientes
Huelva 5.962 pacientes
Jaén 9.673 pacientes
Málaga 17.273 pacientes
Sevilla 20.608 pacientes
Total Asociaciones Familiares de pacientes de Alzheimer (AFAs): 126
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Acerca de Lilly
Lilly, una compañía líder basada en la innovación, está desarrollando una creciente cartera de productos innovadores aplicando los descubrimientos realizados en sus laboratorios, situados en todo el mundo, y gracias a la colaboración con eminentes organizaciones científicas. Con sede en Indianápolis, Indiana, Lilly proporciona respuestas