Expertos en el tratamiento del Alzheimer han reclamado una estrategia integral para esta enfermedad ante el escaso avance en la investigación y el tratamiento de esta patología, que se está situando en los primeros puestos de las enfermedades que provocan más años de dependencia.
"La enfermedad de Alzheimer es una necesidad de salud pública, probablemente el mayor problema de sanidad pública que tienen los países en desarrollo, y eso debería llevar a un plan estratégico de investigación", ha asegurado a Efe, el jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico de Madrid, Pedro Gil.
El número de personas con esta enfermedad, diagnosticada a unas 800.000 personas en España, se duplicará en cinco años, por el envejecimiento continuo de la población, alertan los expertos.
Por ello, este especialista ha apostado por la investigación en el diagnóstico precoz de la enfermedad "para comenzar a identificar a aquellas personas que tienen nulas manifestaciones clínicas y poder hacer una intervención sobre ellas cuanto antes".
El especialista ha participado en un encuentro organizado por la Fundación Alzheimer España (FAE) para actualizar los conceptos terapéuticos en la enfermedad, en el que se ha destacado "que el desarrollo de vacunas parece ser un callejón sin salida".
El neurofarmacólogo y catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, Cecilio Álamo, ha explicado que "se sabe poco del Alzheimer" y ha lamentado el "escaso éxito" de los tratamientos, porque "tiene poco que ver el ratón con Alzheimer con el enfermo de Alzheimer".
"No hay un fármaco eficaz, hay que buscar otras alternativas y tratar la enfermedad tocando varias dianas", ha dicho.
En este sentido, ha explicado la decepción provocada por algunos fármacos, como varias vacunas, que habían superado varias fases de prueba en laboratorio pero que finalmente "no han dado los resultados esperados" en los pacientes.
"La meta más realista en estos momentos, no es desarrollar tratamientos para la curación del paciente, sino aislar los distintos elementos de progresión de la enfermedad", ha asegurado el neurofarmacólogo.
Álamo ha insistido en la necesidad de mantener las investigaciones en torno a la proteína Beta-amiloide, "cuyos resultados clínicos eran espectaculares, aunque en la práctica clínica diaria no han sido satisfactorios" y la proteína Tau.
Además, ha destacado la importancia de abordar a partir de los 45 años los factores que aumentan el riesgo de padecer Alzheimer, como la hipertensión arterial y la obesidad, entre otros.
"Es necesario un tratamiento precoz de la enfermedad; unos buenos hábitos de vida influyen en el combate" de esta patología.
España puede liderar una línea de trabajo basada en la dieta mediterránea, ha planteado el geriatra, quien ha apuntado el interés que debería haber por alto porcentaje de envejecimiento de la población.
"La investigación del Alzheimer es complicada porque el órgano diana sobre el que se trabaja es el cerebro y es un órgano complicado porque si muchas veces no conocemos el funcionamiento normal, el patológico resulta más complicado", ha indicado.
El doctor Gil ha reclamado "investigar más y con más dinero" porque ha señalado que "dentro de lo que está sufriendo todo el programa de investigación y desarrollo, probablemente esté afectando aún más a esta enfermedad".
Para el geriatra, se ha "banalizado el término alzheimer, aplicándolo a todo lo relacionado con la pérdida de memoria, y eso está retrasando la investigación y equivoca con los tratamientos".
La presidenta de la Fundación Alzheimer España, Micheline Selmès, ha recordado que "a lo largo de los últimos 15 años, más de 300 potenciales medicamentos no han pasado la barrera de los ensayos clínicos en la enfermedad de Alzheimer, y no por falta de investigación".