Un estudio desvela que hablar de fútbol beneficia a personas con demencias y con alzheimer, según explicaron dos de sus autoras, Laura Coll y Sara Domènech, médica y psicóloga, respectivamente, de la Fundación Salut i Envelliment (FSIE) de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Las dos profesionales han desgranado este proyecto que se realiza desde el pasado 2014, a través de talleres, en diversas capitales de provincia españolas.
«Estamos en la fase piloto, exploratoria, de este proyecto», que se denomina «Estudio piloto: desarrollo y evolución de un programa de reminiscencia basado en el fútbol para personas mayores con deterioro cognitivo», aunque ya se empiezan a descubrir «beneficios en personas con demencias», aseguró Laura Coll.
Por ahora, como ha insistido en diversas ocasiones la psicóloga Sara Domènech, se ha visto que hablar de fútbol en personas con alzheimer u otras demencias «mejora su atención, beneficia a su estado de ánimo y al profesional le ayuda a conocer mejor al paciente», según Coll.
El director general del Imserso, César Antón, aseguró el pasado año en una comparecencia de prensa en el Centro de Referencia Estatal del Alzheimer en Salamanca, que de lo que se trata es de «avanzar en terapias no farmacológicas» para lograr «una mejor asistencia a las familias y a los pacientes».
El programa que ha sido impulsado por la Federación Española de Asociaciones de Futbolistas de Veteranos (FEAFV) y el Instituto de Envejecimiento de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) se basa en la terapia de la reminiscencia, «un tratamiento no farmacológico» que se utiliza «como terapia de estimulación cognitiva», según apuntó Laura Coll.
También ayuda, como afirma esta médica del Instituto de Envejecimiento, «a implementar la atención de las personas con demencia a través de herramientas prácticas», como es el fútbol y de las conversaciones con voluntarios y exfutbolistas profesionales.
De esta manera, han convertido esos talleres en un lugar donde se habla «entre amigos» del deporte, con lo que se ayuda a tener impacto emocional, hacer como si el paciente estuviera como en casa.
Domenèch especificó que estos talleres se han realizado durante tres meses una vez por semana durante dos horas y contó con «entre 6 y 8 pacientes con deterioro cognitivo o demencias leves o moderadas».
A través de fotografías de la época, de charlas de exjugadores profesionales, de vídeos o de objetos se habla de fútbol, se ayuda a recordar a los pacientes con demencias y se los estimula con conversaciones de grupo, con lo que se ha conseguido mejorar el estado de ánimo del paciente, ya que «van muy contentos al taller y allí están muy a gusto», finalizó Domènech.
Fuente: laopiniondemalaga.es