Una reciente investigación apunta a que las personas ancianas sanas tienen un mayor número de variantes genéticas que protegen contra el deterioro cognitivo, lo que sugiere un posible vínculo entre la salud cerebral a largo plazo y la protección contra enfermedades crónicas como el cáncer, los trastornos cardíacos y la diabetes.
El estudio presenta una alternativa atractiva al estudiar a las personas que están bien para descubrir las soluciones que la naturaleza ha provisto para protegernos de las enfermedades.
Los investigadores analizaron la genética de 511 estadounidenses de 80-105 años de edad. Todos los participantes del estudio estaban libres de cualquier afección o enfermedad médica crónica, y fueron comparados con los genomas de 686 personas de la población general. El grupo de ancianos sanos tenía un riesgo genético mucho más bajo de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cardíaca, pero no un riesgo genético más bajo de cáncer, ictus o diabetes mellitus tipo 2. Esto sugiere que otras características genéticas o conductas protectoras podrían ser factores que influyen en el bienestar de los ancianos sanos.
Fuente: neurologia.com