La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha advertido de que la restricción de la movilidad y el contacto social tiene "importantes repercusiones negativas en el adulto mayor, especialmente un incremento en la incidencia de síndromes geriátricos”.
Así lo ha puesto de manifiesto la organización ante las restricciones de contacto social que están sufriendo las personas que viven en residencias de mayores en la lucha contra el coronavirus, y que suponen la disminución o anulación de visitas de familiares y amigos y de salidas al exterior de los residentes.
En este sentido, los geriatras han explicado que el aislamiento, "máxime entre quienes ya lo han sufrido previamente, puede suponer la pérdida de anclajes afectivos y motivaciones, y por tanto perdida de sentido de vida”. "La restricción del contacto social favorece la aparición de trastornos afectivos como el síndrome de ansiedad, la distimia o la depresión”, ha señalado la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
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