El período estival significa cambio de entornos, horarios, compañías y hábitos para toda la sociedad, de la que no están excluidos enfermos de Alzheimer ni cuidadores. La modificación de las rutinas afecta especialmente a los pacientes, por su condición, y a los cuidadores, los cambios o hacer un viaje, por ejemplo, puede generarles ansiedad o preocupación.
La enfermedad de Alzheimer constituye uno de los principales problemas sociosanitarios en la actualidad, en el que la familia aparece con frecuencia desbordada. Tal y como recuerda la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA), en España la familia es la principal institución sobre la que recae la tarea de cuidar a las personas con Alzheimer, y más aún, a las personas mayores, con tasas de atención superiores al 90 por ciento.
La familia y los cuidadores también merecen tiempo de descanso y desconexión en verano, además de que tienen que dejarse ayudar. La Fundación ACE - Barcelona Alzheimer Treatment & Research hace hincapié en esta circunstancia y ha elaborado un decálogo de consejos y recursos enfocado al cuidador.
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