Hace más de una década nació la Asociación de Familiares de Personas con Alzheimer de Torrejón de Ardoz, más conocida como Torrafal. Kallejeo ha charlado con su presidente Juan José Moreno y con su directora Noelia Rodelgo, en el despacho situado en el Centro Abogados de Atocha.
Juan José, ¿cómo surgió Torrafal?
J.M. Surgió hace más de once años porque no existía en Torrejón de Ardoz ninguna asociación que ayudase con el tema del Alzheimer. Se lo diagnosticaron a mi padre y la respuesta de alrededor era cero. Nosotros somos cinco hermanos, acudimos a una conferencia en el Ayuntamiento, y de ahí nació la idea de fundar la asociación.
¿Qué ha cambiado en este tiempo?
J.M. Actualmente es mucho más conocido que antes, el problema está en que lo complicado que es tener conocimientos sobre la curación, como no se sabe el origen no se puede atacar. "Tenemos 50 plazas y hacemos terapias cognitivas para que la persona con Alzheimer pierda cualidades más lentamente"
¿Cuál es el objetivo principal de la asociación?
J.M. Básicamente, Torrafal nació para ayudar al cuidador. Nuestra función es darles un respiro en su vida diaria. Porque una persona que esté cuidando a otra con Alzheimer, automáticamente tiene muchos problemas, de convivencia, de salud... Si nadie te echa una mano puedes sufrir mucho psicológicamente. Nosotros nos quedamos con el familiar, para que el cuidador pueda tener mejor calidad de vida.
¿Cuántos sois?
J.M. Por desgracia, cada vez somos más. Socios somos unos 350 y afectados en Torrejón de Ardoz más, porque hay muchas familias que no lo dicen. Calculamos que hay cerca de 500 personas con Alzheimer aquí. Además en Torrafal damos cobertura a los pueblos pequeños de alrededor que no tienen posibilidad de tener asociación propia como Ajalvir o Daganzo. Los neurólogos de los hospitales del Área 3 de Madrid saben que existe Torrafal y les remiten a nosotros.
Por lo que cuentas, existe un vacío en el sistema sanitario en este tema...
Ojala no existiéramos, eso significaría que los servicios de Sanidad de la Comunidad de Madrid cubrirían esto, porque no podemos pedirle más al Ayuntamiento. De hecho, el Consistorio de Torrejón se está portando fenomenal, es de los pocos que han entendido lo que es el Alzheimer y nos han facilitado un espacio.
Noelia, ¿qué actividades se hacen en el centro terapéutico de Torrafal?
N.R. Nosotros tenemos 50 plazas y hacemos terapias cognitivas para que la persona que está perdiendo cualidades, pierda menos. Lo que intentamos es que el deterioro sea lo más lento posible. Se hacen tres talleres, el primero es la estimulación cognitiva. Nada más llegar se hace un ejercicio de recuerdo, tipo qué día es hoy, dónde vivo, etc. Después se hacen fichas, gerontogimnasia y luego un taller más libre y lúdico. Desde mayo, el centro terapéutico está en la calle Boyeros número 5 y tiene dos salas en las que están las personas en función del grado de Alzheimer.
"En Torrafal damos cobertura también a los pueblos pequeños de alrededor como Ajalvir o Daganzo"
¿Cuántos grados hay?
N.R. Hay tres, el leve es en el que están los primeros síntomas. Son autónomos, pero tienen pérdidas de memoria pequeñas, como por ejemplo que un día no te conocen, pero luego sí. Se desorientan, aunque sí sepan donde viven... En el grado medio, todos los días tienes que recordarles las cosas más importantes de la vida diaria, como el día en el que estamos. En el grado más grave, prácticamente están encamados y lo que tenemos nosotros es ayuda a domicilio, se trabaja a nivel motor.
A día de hoy, ¿qué tratamientos hay contra el Alzheimer?
J.M. Actualmente la mayoría de los tratamientos hacen que el sistema nervioso esté relajado, son tranquilizantes. Los neurólogos no pueden hacer nada más hasta que se descubra algo que pueda curarlo.
¿Tenéis esperanza de que se encuentre una cura?
J.M. España es uno de los países más afectados y que más investigaciones están haciendo al respecto. En el CSIC van muy avanzados, ahora ya están investigando con personas en el Hospital La Paz de Madrid. Llevan diez años con el estudio y tenemos esperanza de que pueda llegar a buen puerto y que, aunque no se cure, los efectos sean menos negativos.
Fuente: kallejeo.com