La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (AFADS) inició su andadura en 1998 en la ciudad del Jerte. En un pequeño local del centro de San Juan y con un servicio intermitente, dependiendo de la cuantía de las subvenciones. «Entonces apenas se conocía esta enfermedad», recordó ayer su presidenta, María Dolores Fernández.
Pero el conocimiento paulatino del alzhéimer y el diagnóstico de nuevos casos fue cambiando la situación de esta agrupación. En 2005 un centenar de familias con algún afectado por la enfermedad se habían asociado a ella. Cinco años después el número de socios se ha duplicado y desde su nueva sede, en el Pabellón 12 del recinto de Valcorchero, Afads presta ayuda a los enfermos y a sus familias, a los cuidadores, para paliar en la medida de sus posibilidades la dureza de una enfermedad que deteriora a la persona. Una enfermedad que avanza en la medida en que la esperanza de vida se alarga.
Lo hace de forma ininterrumpida ya porque cuenta con el respaldo institucional y la financiación. Es el caso, por ejemplo, de su taller de terapia cognitiva. Al frente del mismo está la terapeuta ocupacional Cristina Cabrera. Son 42 los enfermos de alzhéimer que se benefician de él en la actualidad, los máximos posibles por falta de fondos y de espacio. Son los derivados por la Consejería de Sanidad, que cofinancia el servicio.
«Hay lista de espera para el mismo, pero la maneja el Servicio Extremeño de Salud (SES), nosotros les informamos de las bajas que se producen en el taller para cubrirlas», explicó María Dolores Fernández.
Cada uno de los usuarios del taller acude dos veces por semana a la sede de Afads. «En las sesiones les tratamos de crear rutinas y hacemos con ellos ejercicios sencillos de psicomotricidad y estimulación cognitiva, sin olvidar la terapia de orientación a la realidad», detalló Cristina Cabrera. Para que los afectados por el alzhéimer recuerden los días de la semana, los meses, las estaciones, los nombres de sus familiares o la fecha de su cumpleaños. «Les enseñamos a recordar quiénes son», resume la terapeuta ocupacional.
Fuente: hoy.es