La Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer (AFA) de Castellón se despide hoy del centro de La Pineda. Y es que, después de meses luchando por mantenerlo abierto el Consell no ha dado su brazo a torcer.
Ayer, el presidente de la asociación, Emilio Marmaneu, comparecía para explicar el cierre definitivo del servicio y anunciar los actos de despedida, que se centrarán en la celebración de sus tradicionales olimpiadas, una comida para usuarios y familiares del centro y la entrega de unas llaves a los asistentes como símbolo de que ha supuesto este lugar para la entidad, y a la que tienen la esperanza de volver algún día.
Y es que el centro tiene una gran carga simbólica en la asociación al ser el primero que abrió en la provincia para el tratamiento de personas aquejadas de Alzheimer.
Además, Marmaneu, junto a la gerente de la entidad, Silvia Ramos, y Raquel Atienza de la Junta Directiva de AFA, explicó que el cierre es una decisión de la conselleria de Bienestar Social «que ha dejado sin ningún tipo de ayuda al centro y ha requerido una autorización municipal que no se había exigido en los doce años de existencia del centro».
En este sentido, reiteraba que hoy «pondremos el broche final a doce años de intensa actividad en unas instalaciones por las que han pasado 1.000 usuarios y que cierran sus puertas por orden de la Generalitat. Es un día muy triste para nosotros. No sé cómo vamos a poder explicarles a los más de cuarenta usuarios que tenemos, y a los que esperan para poder entrar, que ya no volverán aquí», lamentó.
A partir de ahora los usuarios de La Pineda serán distribuidos en el Aula de Memoria que AFA tiene en Castellón, en el Centro de Día de Onda y en el futuro centro de Vila-real que abrirá próximamente sus puertas, aunque «seguiremos luchando, nadie nos va a parar en nuestro empeño de ofrecer un servicio de calidad para los usuarios y las familias de nuestra provincia», añadía Marmaneu.
Por otra parte, el presidente de AFA Castellón, resaltó que la deuda de más de 450.000 euros que mantiene la Generalitat ha afectado de manera importante a la entidad, que se ha visto obligada a despedir a alrededor del 50 por ciento de su plantilla.
De hecho, advirtió que si los impagos siguen prolongándose en el tiempo la asociación se verá obligada a cerrar la decena de centros que gestiona en la provincia. «Gracias a las ayudas de las familias, y los ahorros que teníamos, podemos seguir ofreciendo nuestros servicios. Si no nos pagan todo lo que nos deben, en dos o tres meses nos veremos abocados al cierre», dijo.
Fuente: lasprovincias.es