La concejalía de Servicios Sociales y el Centro de Día de Daimiel lanzan a partir del mes de mayo una campaña de información que, bajo el nombre de "Es hora de que hablemos de Alzheimer", pretende potenciar la detección precoz de la enfermedad.
Según Carmen Treviño, fisioterapeuta del Centro de Día, el objetivo fundamental "es concienciar a la gente de los síntomas de alarma de la enfermedad" y, ante las dudas que puedan existir, poder diferenciarlos de "los olvidos normales asociados a la edad". En el propio centro se puede obtener un test que ayuda a reconocer estos posibles síntomas que, una vez identificados, deben ser confirmados por un neurólogo.
Si finalmente se detecta la enfermedad, en las charlas también se orientará sobre los pasos a seguir a continuación, se darán consejos "para organizarse en casa" en el cuidado del enfermo, y se informará sobre los recursos que el Ayuntamiento de Daimiel pone a disposición de enfermos y familiares, como la Unidad de Memoria del Centro de Mayores, los talleres de la Asociación de Enfermos de Alzheimer (AFADAL) o el propio Centro de Día.
Situado en la calle Don Tiburcio 69 y cuyas veinte plazas se encuentran actualmente cubiertas, ofrece un servicio integral a los enfermos orientado, según la terapeuta ocupacional Ana María Ramírez. Los profesionales del Centro ponen sus miras en "frenar el deterioro que ocasiona la enfermedad y mejorar la calidad de vida del enfermo". Algo que se consigue mediante el desarrollo de una serie de ejercicios y hábitos como el entrenamiento de actividades para la vida diaria, marcha o estimulación de la memoria, atención y concentración.
La solicitud para acudir al centro se tramita en el Centro Social Polivalente, en la calle Travesía de las Tercias 4, previa valoración previa de dependencia. Una vez comprobado que se sufre la enfermedad, el paciente pasa automáticamente a la lista de espera a fin de formar parte del centro como usuario. Una vez allí, se realiza una nueva valoración integral e interdisciplinar, que sirve para poder diseñar un proyecto individualizado ya que "cada persona desarrolla la enfermedad de manera distinta".
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa e irreversible que deteriora poco a poco las conexiones neuronales ocasionando fallos en la memoria, la comunicación y orientación, y que, por lo tanto, acaba afectando al desarrollo de las actividades del día a día. Según Treviño, cuando se habla de esta patología y del perfil de quienes la padecen hay que tener en cuenta que existe quienes cuentan con "cierta disposición genética", aunque, matiza, "no es condicionante para su desarrollo final". Por ello, la fisioterapeuta aconsejaba ejercitar el cerebro para minimizar las posibilidades de que, en un futuro, acabe por manifestarse.
Fuente: lacomarcadepuertollano.com
