El estudio de la conectividad funcional cerebral muestra las interacciones que se producen entre las diferentes regiones del cerebro. Un reciente trabajo revela que la conectividad funcional dinámica de las redes neuronales de la corteza cerebral es un buen biomarcador de la actividad en estado de reposo cerebral.
La simulación entera del cerebro, a través de modelos computacionales, en paralelo con los estudios de conectividad funcional reales obtenidos por tractografía, ha permitido reproducir con precisión la conectividad funcional en estado de reposo cerebral al dar como resultado imágenes bi y tridimensionales.
Los autores se han centrado en las fases no estacionarias de la conectividad cerebral en estado de reposo y han evidenciado una estructura funcional rica, caracterizada por transiciones rápidas de estado entre períodos estables de conectividad funcional. Los investigadores han demostrado que la modelización no lineal del comportamiento de los nodos de conexión neuronales de la red se adaptan mucho mejor al comportamiento real del cerebro que los modelo lineales, y que esta no linealidad es suficiente para generar un amplio repertorio de comportamientos característico de la red neuronal de la corteza prefrontal y que está lejos de buscar el equilibrio.
El estudio de las alteraciones de la conectividad funcional dinámica pueden orientar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento personalizado de algunas de las patologías mentales más prevalentes, como la enfermedad de Alzheimer o la esquizofrenia.
Fuente: neurologia.com