Las obras de ampliación y mejora de la actual sede de la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Elda, Petrer y comarca del Medio Vinalopó se encuentran paralizadas desde hace mes y medio. La empresa adjudicataria del proyecto se ha llevado a sus trabajadores y ha dejado la actuación a medio acabar porque la Generalitat Valenciana no le paga lo que le debe. Es lo mismo que ocurrió, salvando las diferencias de cada caso, con la ampliación de la sede de la Policía Local de Elda. El Consell adjudica proyectos pero luego incumple las fechas acordadas para efectuar los pagos a las constructoras, lo que obliga a las empresas a abandonar los trabajos para no verse abocadas a la ruina.
Pero en el caso de la ampliación de la sede del Alzheimer, un edificio municipal ubicado entre las calles San Roque y Ramón Nocedal donde décadas atrás se encontraba la Casica del Artista, se da el factor agravante de que son 70 los enfermos afectados, y muchos de ellos se encuentran en la fase más avanzada de esta cruel enfermedad neurodegenerativa.
Desde que en septiembre pasado comenzaron las obras todos los usuarios fueron reubicados por la concejalía de Servicios Sociales que dirige Beatriz Serrano en el centro social Severo Ochoa y en la sede de la Asociación de Veteranos de San Crispín de Elda. Allí realizan diariamente sus tratamientos mediante talleres de mañana y tarde dirigidos por monitores especializados. Sin embargo, las instalaciones que ocupan en estos momentos no reúnen las condiciones idóneas para desarrollar este tipo actividad.
Pero, al tratarse de una medida provisional, todos los familiares de los enfermos aceptaron de buen grado la decisión municipal a la espera, también, de que se cumpliera el periodo de seis meses anunciado para el fin de los trabajos. Un plazo que se había fijado para este mes de marzo y que, por tanto, ya no se va a alcanzar.
La visita
A finales de septiembre la directora general de Acción Social y Mayores de la Generalitat Valenciana, Pilar Albert, visitó el inicio de las obras junto a la alcaldesa Adela Pedrosa, los concejales Beatriz Serrano y Vicente Amat, varios ediles del equipo de gobierno y de la oposición y la presidenta de la Asociación de Alzheimer, Isabel Orovio. En el transcurso del recorrido el arquitecto municipal redactor del proyecto, Francisco Belmar, informó a las autoridades de que a los 281 metros cuadrados de superficie de la actual sede se le iban a añadir otros 116 metros cuadrados para crear una amplia sala de trabajo que podría subdivirse en dependencias menores.
Está igualmente previsto construir dos baños adaptados y trasladar las oficinas a un espacio más funcional. Para acometer los trabajos la Conselleria de Bienestar Social anunció la concesión de una subvención de 159.000 euros repartida en dos ejercicios. En 2011 se debían entregar 84.000 euros y 75.000 euros en 2012. Pero no ha sido así y la obra lleva parada mes y medio.
Fuente: diarioinformacion.com
