No sólo ha disparado el número de desempleados, de desahucios y de personas en riesgo de exclusión social, la crisis económica también está teniendo una cara amable y está sirviendo para disparar los índices de solidaridad, tal y como demuestra la avalancha de voluntarios que las principales organizaciones sociales vienen registrando en los últimos años en la región.
Así, desde el año 2009 se han sumado a Cruz Roja Castilla y León más de 2.400 voluntarios nuevos, lo que supone que la ONG cuenta ya en la Comunidad con 16.656 voluntarios. Cáritas, la segunda organización por detrás de Cruz Roja que agrupa más altruistas, supera ya los 4.000, tras un incremento de casi 400 en estos cuatro años.
La Asociación Española contra el Cáncer en la región, con una subida del 12 por ciento, la Federación Regional de Asociaciones de Familiares con Enfermos de Alzheimer (Afacayle), donde el crecimiento fue del 80 por ciento, o FEAPS, con una subida del 70 por ciento, son otras de las grandes organizaciones sociales que también han visto como durante estos años se disparaba el número de voluntarios.
Una mayor sensibilidad por las dramáticas situaciones que atraviesan miles de familias, y también el incremento del número de parados y de jóvenes que acaban sus estudios y no tienen acceso al mercado de trabajo, figuran entre los motivos principales de este aumento del voluntariado.
Para la coordinadora de Cruz Roja en Castilla y León, Eva Fernández, la crisis «está sacando lo mejor de las personas y en nuestro caso se está traduciendo en un importante incremento de socios y voluntarios. Sin lugar dudas, y quizás sea el único efecto positivo de la recesión económica, la actual situación está creando una sociedad civil más fuerte y más concienciada, una sociedad que es capaz de plantar cara a los problemas de una forma activa».
A su vez, Fernández indicó que «el sufrimiento de muchas personas que todos tenemos cerca, sufrimiento que en muchos casos llega a la imposibilidad de atender las necesidades básicas, está removiendo la conciencia de la sociedad civil. Afortunadamente, desde Cruz Roja cada vez estamos formando a más personas para que sean capaces de ayudar a los demás, algo que se convierte en el mejor activo que puede tener una sociedad».
En la misma línea se pronuncia la coordinadora de Cáritas Castilla y León, María Jesús Díez, que apuntaba que detrás del incremento del número voluntarios se encuentra la mayor sensibilidad de la sociedad ante «problemas que todos tenemos a nuestro lado». A su vez, también indicó que otra de las razones ha sido la desorbitada subida del desempleo, «lo que contribuye a que muchas personas se planteen una actividad altruista. Esta situación también conlleva un mayor dinamismo en la actividad, porque una vez que encuentran trabajo dejan su labor como voluntario».
AECC
Pero este incremento en el número de voluntarios también está provocando un cambio del perfil de la persona que decide dedicar parte de su tiempo a los demás. En este sentido, Luisa Lobete, gerente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid y presidenta de la Plataforma del Voluntariado de esta provincia, resalta que si hasta hace tres años el perfil del voluntario era el de una mujer entre 45 y 50 años, «ahora, cada vez más, se incorporan a la asociación hombres que se han quedado en paro y jóvenes sin estudios que, ante la falta de expectativas de encontrar trabajo, llegan a nuestra asociación como voluntarios pero también con el objetivo de que su trabajo altruista les pueda abrir alguna puerta en el mercado laboral».
En la misma línea se pronunciaban desde la federación de Castilla y León de FEAPS, donde el perfil de sus voluntarios ha pasado de ser casi exclusivamente el de jóvenes universitarios que acababan sus estudios universitarios relacionados con materias sociales, al de una amalgama de personas de mediana edad.
Por el contrario desde la Federación Regional de Asociaciones de Familiares con Enfermos de Alzheimer (Afacayle), se destacaba que la principal razón del incremento de su voluntariado se debe un mayor conocimiento de la enfermedad por parte de la sociedad y al crecimiento, tanto del número de usuarios como del número de servicios, que ofrecen las distintas asociaciones, y sitúan en su segundo plano los voluntarios que se suman aprovechando su condición de desempleados.
En este sentido, la coordinadora de Afacayle, Noelia Martínez, destaca que el «perfil de nuestros voluntarios, que suelen familiares cercanos a los pacientes, se mantiene en el de mujer de unos sesenta años».
Protección Civil
Pero fuera de los colectivos de ámbito social, el voluntariado también crece. Así, en el caso de Protección Civil, se ha duplicado en los últimos cuatro años, pasando de los 1.182 -27 agrupaciones y nueve asociaciones- de 2009, a los 2.252 -60 agrupaciones y 20 asociaciones- en la actualidad.
Sólo en lo que va de año se han creado cuatro nuevas asociaciones en Tordesillas (Valladolid), Carbajosa de la Sagrada y Serradilla del Arroyo (Salamanca) y la Agrupación Comarcal de El Bierzo (León), con un total de 89 voluntarios, de los que 50 corresponden al colectivo leonés.
En el conjunto de Castilla y León, según los datos que maneja la Junta, existen 313 entidades inscritas en el Registro Regional de Entidades de Voluntariado, que el pasado año presentaron 552 programas, de los que casi la mitad, 236 eran sobre actividades sociales, 77 de fomento del voluntariado, 53 educativas y más de 40 dedicadas a actividades de ocio y tiempo libre, entre otras.
Fuente: diariodeleon.es