La crisis económica no hace excepciones con las cuestiones sociales y el colectivo de enfermos de Alzheimer no es ajeno a sus consecuencias. Para empezar, y al margen de los recortes que se vayan a aplicar a las percepciones de la Ley de Dependencia, la ayudas que llegan, tanto de entidades públicas como privadas, a las asociaciones que se encargan de su atención, han disminuido másque notablemente. En Alzheimer León sitúan esa bajada en más de un 60%.
La calidad contrastada de los servicios que presta hace que puedan seguir optando a algunas partidas, pero merman tanto el número como la cuantía. La asociación, que desde septiembre de 2010 cuenta con un centro de atención integral en la capital, tiene que abrir nuevas vías de financiación para mantener sus programas.“Económicamente, la crisis ha supuesto que las subvenciones disminuyan a pasos agigantados. Cada vez se ve más la incidencia, salen menos convocatorias y se presentan más entidades aunque nuestra forma de trabajo, de momento, nos permite seguir siendo receptores de ese tipo de financiación”, señala la directora gerente de Alzheimer León, Flor de Juan. De hecho, la asociación tiene reconocida su utilidad pública y cuenta con las certificaciones ISO de calidad y sistema de gestión.
Además, las dificultades económicas que atraviesan muchas familias ha hecho que disminuyan las peticiones de asistencia. Hay personas que se han quedado en paro y que han optado por atender a sus familiares enfermos, lo que les implica un ahorro ya que pueden acceder a las ayudas a la Dependencia al convertirse en cuidadores.Una realidad, que alivia -menos a partir de ahora, según parece- los bolsillos pero que deja sin atención especializada a personas que, lógicamente, no reciben el mismo tratamiento en su domicilio que en un centro específico.
“Se nota que en las familias hay otra alternativa de cuidado, que es el entorno, el de casa. Ha cambiado un poco la percepción de la necesidades y muchas familias no pueden llevar al enfermo a un centro o entienden que lo que puede costar el servicio, en un situación delicada familiar, no le conviene”, detalla De Juan. Sin embargo, se mantiene la lista de espera para el centro de día en enfermos que se encuentran en fase avanzada (las instalaciones disponibles están en el CHF y cuentan con 30 plazas) y están cubiertas las 80 plazas disponibles para personas con demencia moderada.
El planteamiento de Alzheimer León cuando puso en marcha las instalaciones inauguradas hace casi dos años por Doña Sofía era ofrecer un servicio especializado a personas con demencia o Alzheimer altratarse de enfermos cuya atención implica una dedicación total y mucha responsabilidad. “Entendemos que será coyuntural y volveremos a fijarnos ese objetivo. Ha sido un retroceso pero volveremos a la situación de antes”, concluye la directora gerente.
Fuente: lacronicadeleon.es