«Cerramos 2014 con 14 toneladas repartidas. Y en seis meses ya llevamos 10. La demanda de comida y ayuda para enfermos de alzhéimer nos desborda. Nunca habíamos visto nada igual». No es hombre de fácil sorpresa Laureano Caicoya. El presidente de la Fundación Alzhéimer Asturias lleva años trabajando desinteresadamente para que nadie olvide a la enfermedad del olvido. Llegó a ella tras la dolencia de su madre y en las últimas décadas se ha volcado «en conseguir el máximo apoyo para los enfermos y para sus familias».
Sin embargo, lamenta que ese apoyo «no haya llegado». Al menos, no en la medida «que necesita esta enfermedad». La misma que, pese a tener efectos tan devastadores como hacer que el enfermo olvide su nombre, quién es su familia, si es de día o de noche, si ha comido o que para salir a la calle hay que vestirse, solo es considerada dependencia leve para el Gobierno central. Es decir, que no tiene derecho a ayudas hasta el próximo 1 de julio.
Una situación de desamparo que, a juicio de Caicoya, «ha llevado a muchas familias a situaciones dramáticas». Tanto como para «alimentarse de la comida que, desde 2002, nosotros entregamos a los enfermos con más necesidades».
560 casos en toda Asturias
Ese apoyo pasó de ser puntual a «imprescindible» diez años después. Sin embargo, pese a que en 2012 se repartían 2.200 kilos de alimentos al año, «nada que ver con lo que ocurre ahora». El año pasado, fueron «más de 14.000 los kilos de alimentos que repartimos. Son 14 toneladas, y lo malo es que, hasta junio de este año, llevamos ya distribuidas 10».
Todo gestionado a través del Banco de Alimentos. «Son ellos los que nos dan la ayuda y no sabemos cómo darles las gracias. Nosotros nos encargamos de repartirla por toda Asturias». El año pasado, fueron 560 las personas que comieron gracias a este apoyo, que comenzó «con 52 familias». La situación está siendo tan crítica que, en los últimos meses, «incluso después de que fallezca el enfermo, nosotros seguimos ayudando a la familia. ¿Les vamos a dejar sin comer?».
Son casi 600 personas «de toda la región», a las que llega la comida «en los coches particulares de nuestros voluntarios. Muchos no pueden acercarse al centro a recogerla». El reparto de alimentos y ayudas técnicas no ha paralizado, no obstante, el trabajo de la Fundación Alzhéimer Asturias. Durante todo el verano continuarán ofreciendo terapia a familiares de enfermos. Tras las ofrecidas en Oviedo y Gijón, ahora toca el turno a Avilés.
Las sesiones se realizan en la sede del Colegio de Médicos de la Villa del Adelantado y son impartidos por psicólogos especializados en la enfermedad y, sobre todo, «en el apoyo que necesitan las familias», explica el presidente de la Fundación. Las sesiones se realizan los lunes, en horario de mañana.
Fuente: elcomercio.es
