"Un paciente con demencia autónomo en su casa gasta 14.000 euros de media y, si no se ponen las medidas rápidamente, al ingresarlo, esa cifra se eleva a los 75.000 euros al año", especificó Sánchez-Juan, que observó que "a los políticos les cuesta ver más allá de la inversión a corto plazo" al tratarse de una enfermedad que no tiene cura, pero "tendrían que hacer estas cuentas" porque "las cifras son indiscutibles" y "en muchos países se están poniendo manos a la obra".
El médico se pronunció así en el seminario 'Abordaje integral y últimos avances en demencias', que codirigió junto a la profesora ayudante del Departamento de Enfermería de la Universidad de Cantabria (UC) Carmen Sarabia y que se celebró en la sede de Cursos de Verano UC en Laredo esta semana con la participación de una veintena de alumnos.
En cuanto a la "política sobre el tratamiento de la demencia", afirmó que "en España tenemos mucho retraso respecto a otros países como Francia, Reino Unido, Estados Unidos o Australia", donde "hay planes nacionales que intentan prever recursos y organizarse", además de expresar la urgencia por que el estado "considere la demencia como lo que es, la principal prioridad de salud pública que hay ahora".
La reciente aprobación de una Estrategia Nacional de Enfermedades Neurodegenerativas por el Ministerio de Salud, centrada "tanto en demencias como en Parkinson o ELA" es, para él, "un paso adelante y muy completa" y "nos pone un poco al día." Ahora, dijo, "el objetivo es que se haga una estrategia específica de cada una de las enfermedades" y "superar el escollo de las comunidades autónomas" puesto que "cada una tiene que organizar su plan y poner dinero en el asunto".
Sánchez-Juan aseguró que "el problema de las estrategias es que no conllevan financiación, son un marco con recomendaciones a las comunidades autónomas" aunque "las Consejerías han firmado en el Consejo Interterritorial que se comprometen a ser evaluados por los objetivos que se plantean en la estrategia". Es decir, continuó, "a partir de ahora, cada comunidad debería elaborar su plan de demencias que recoja los 11 objetivos de la estrategia nacional" o, al menos, "que el consejero pertinente diga qué está haciendo en esos aspectos para mejorar el cuidado de la demencia en la gente de su región".
El director del curso celebrado en la Escuela de Idiomas de Laredo destacó como principal novedad del monográfico la estrategia mencionada, con la que declaró "sentirse esperanzado porque sea el primer paso" en la línea de lo recorrido por "otras enfermedades como el ictus". "Hace unos años", concretó, "a los pacientes que tenían un ictus no se les hacía nada y a raíz de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud, hay unidades que pueden dar el mejor tratamiento disponible según la evidencia científica, que es lo que buscamos como médicos".
"Eso en las demencias no pasa", expresó, porque "no todas las personas reciben el mismo cuidado, no todo el mundo tiene la suerte de ser atendido en una unidad multidisciplinar con posibilidad de hacerse biomarcadores". La Unidad de Deterioro Cognitivo de Valdecilla, por ejemplo, y según el experto, "está infradotada" y "falta coordinación, información y recursos", necesidades que "con un plan de demencias se podrían al menos tener en cuenta".
NECESARIA CONCIENCIA SOCIAL
El neurólogo dio mucha importancia a "levantar la conciencia social" porque, "al contrario que en otros países", para que funcione un plan de demencia, "tiene que haber una difusión de alto nivel con mucho impacto". "Sarkozy invirtió 5.000 millones de euros en el Plan Nacional de Alzheimer en Francia y se implicó personalmente. Esto en España no pasa", se lamentó.
Valorando el "mayúsculo" asunto de las demencias como el "principal problema sanitario que vamos a tener" y especificando que "hay 47 millones de personas con demencia en el mundo y un país entero como España lo podríamos llenar de dementes", cifra que "dentro de pocos años se va a duplicar", señaló que "la Organización Mundial de la Salud ha aceptado hacer un plan global de acción contra las demencias en general" y que así como "el cáncer por suerte cada vez lo tratamos mejor", queda "la última barrera, las enfermedades neurodegenerativas".
El seminario, "multidisciplinar, como estas enfermedades", hizo hincapié en el diagnóstico precoz y el tratamiento, ya que "hoy en día somos capaces de diagnosticar antes de que haya una demencia". "Cuando uno tiene los primeros síntomas de problemas de memoria, podemos saber si se deben a una enfermedad de Alzheimer", avanzó, algo "muy importante porque ayuda a tomar medidas para que la persona pueda mantener su autonomía el mayor tiempo posible, que a día de hoy es el objetivo".
En el monográfico también se debatió sobre las "contenciones mecánicas", es decir, "que a alguien se le ate porque se agita, deambula o se cae", tema "muy polémico y complejo porque no hay una normativa clara al respecto", concluyó.
Fuente: 20minutos.es
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