La detección precoz de la demencia y el Alzheimer, incluso antes de que aparezcan síntomas es ya posible, e incluso con los medicamentos y métodos de entrenamiento cognitivo es posible retrasar la aparición de la enfermedad. Ha sido una de las ideas expuestas por el jefe del servicio de Neurología del Hospital Clínico de Salamanca, Jesús Cacho Gutiérrez, en la conferencia sobre "La detección precoz del deterioro cognitivo en el proceso de envejecimiento", que abría el X Congreso Hispano Luso de Gerontología tras el acto inaugural en el Colegio Universitario, al que asistieron el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo y la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón.
Cacho destacó cómo las demencias son ya una auténtica epidemia en todo el mundo, que no se limita solo a los países desarrollados. "Incluso se está hablando de que el coste es superior al que genera el cáncer o las enfermedades cardiovasculares en conjunto", ya que los pacientes de deterioro cognitivo requieren mucha más atención durante los años de vida con la enfermedad. La detección precoz, señaló el experto, es importante, ya que solamente con los pocos fármacos y las técnicas actuales de rehabilitación cognitiva, "se puede retrasar la dependencia cuatro o cinco años". En este sentido señaló la aparición de nuevos criterios que permiten un diagnóstico más preciso de la demencia. Diagnóstico en el que el examen clínico sigue siendo lo fundamental, por encima de pruebas analíticas o radiológicas. "Los pacientes esperan ansiosos el resultado del escáner, cuando en realidad el diagnóstico fundamental es clínico", indicó el jefe de servicio.
El neurólogo aportó otra novedad: frente a lo que se creía hasta ahora puede que la acumulación de la mielina no sea la causa última del Alzheimer, como demuestra el hecho de que todos los tratamientos para tratar de luchar contra ella, incluida la vacuna, han fracasado. "Posiblemente el amieloide puede ser una consencuencia de otra cosa y se deposita porque ha habido un cambio en la conformación de las proteínas". Esta constatación ha provocado que la investigación se dirija hacia otro tipo de fármacos, abandonando los antiamieloides.
Fuente: laopiniondezamora.es
