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La Diputación Foral de Bizkaia presenta el Estatuto de las Personas Cuidadoras

Esta iniciativa contempla una batería de medidas entre las que destacan la creación de una EPSV y programas de formación

La Diputación Foral de Bizkaia vuelve a reafirmar su compromiso con las personas del Territorio con la presentación del Estatuto de las Personas Cuidadora, la implantación progresiva de una serie de medidas de responsabilidad pública con el objetivo de reconocer, apoyar y mejorar la labor de las personas que cuidan a otras.
 
“Tú cuidas de la personas, Bizkaia cuida de ti” es el lema de esta estrategia que, como subrayó el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, se define como “una herramienta práctica para cuidar de los que cuidan y que nos coloca en la vanguardia social europea”. Para su ejecución, la Diputación Foral de Bizkaia va a invertir 3,7 millones de euros al año.
 
Del listado de medidas que la Diputación Foral va a ir implementando de manera gradual hasta final de 2018, Unai Rementeria destacó, por su importancia, la puesta en marcha de una EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntaria) para compensar las aportaciones a sistemas de previsión de las personas cuidadoras: “vamos a ayudarles a que coticen, a que ahorren para su jubilación, como el resto de los trabajadores”. “Esta Diputación va a completar la aportación que estas personas hagan y va a pedir que sean incluidas en la Seguridad Social porque están haciendo una labor social fundamental”, señaló.
 
ACTUACIONES CONCRETAS INCLUIDAS EN LA ESTRATEGIA
Información, apoyo, formación, ergonomía, vigilancia de la salud y respiro para cuidadores son algunos de las actuaciones contempladas en las líneas estratégicas de este estatuto.
 
• Promover el reconocimiento administrativo y legal de los cuidados informales. Antes de verano está prevista la aprobación del decreto foral que regulará las medidas recogidas en este estatuto.
 
• Compensar las aportaciones a sistemas de previsión. La articulación de mecanismos de previsión social complementaria a favor de las personas cuidadoras supone un paso decidido hacia el reconocimiento y avance de las labores de cuidado, por lo que tiene de ejemplar y de paso adelante. En este sentido se enmarca el anuncio del diputado general de promover la previsión social voluntaria de las personas cuidadoras, mediante una aportación voluntaria de la persona cuidadora, complementada por una aportación adicional de la Diputación Foral –15 euros mensuales para las personas cuidadoras de personas con dependencia reconocida Grado I, y 20 euros para las personas cuidadoras de personas con dependencia de Grados II o III–. Estas aportaciones estarán condicionadas a la aportación de la misma cuantía por la persona cuidadora, que se podrá acreditar o autorizar a realizar mediante la retención de la Prestación por Cuidados en el Entorno Familiar de un importe equivalente a la cantidad comprometida por la Diputación. La incorporación a este sistema se podrá realizar de forma expresa por la persona cuidadora a partir del 1 de enero de 2019.
 
• Desarrollar un servicio integral de información y apoyo a las personas cuidadoras. La Diputación Foral va a introducir, de manera progresiva, la figura del coordinador de caso o persona de referencia en la Administración de la persona beneficiaria de la prestación para cuidados en el entorno familiar y su persona cuidadora principal. Este profesional  identificará las necesidades, diseñará un plan de intervención y coordinar las actividades con los profesionales y servicios implicados en la atención a la persona en situación de dependencia y a su persona cuidadora. Se va a pilotar en primera instancia en una comarca de Bizkaia de tamaño medio, con zona rural y urbana. La zona objeto de análisis será Durangaldea, donde hay 1.557 personas cuidadoras. Para ello, dos profesionales de la Diputación Foral de Bizkaia de Trabajo Social desplegarán la actividad a distancia, o in situ, en el domicilio o en la oficina GERTU de Durango. El primer nivel de atención será telefónico, para pasar a nivel secundario, cuestiones de mayor complejidad, que incluso puedan necesitar de entrevistas o valoraciones personales, en oficina, cetro de atención o domicilio. Su trabajo servirá de pilotaje para su posterior extensión.
 
• Impulsar la formación y recualificación profesional de las personas cuidadoras. Asimismo, la Diputación va a poner en marcha, en septiembre, Zaintza Eskola, donde se informará y formará a la persona cuidadora sobre los principales aspectos del cuidado y los recursos sociales y comunitarios para la atención de las personas con dependencia. Las sesiones, que rotarán por las nueve comarcas (de servicios sociales), se impartirán en centros de día de la red foral. Esta formación, y las competencias adquiridas, progresivamente, se irán acreditando, de forma que puedan servir a las personas cuidadoras para el desarrollo de una futura labor profesional en el sector.  Además, se va a desarrollar –el segundo semestre de este año– la aplicación tecnológica ZaintzAPP, para recibir consejo y establecer un canal directo de contacto con el coordinador de caso. 
 
• Promover la seguridad y ergonomía de las labores de cuidado. Con el objeto de minimizar los riesgos para la salud que puedan producir el cuidado informal de las personas, se va a desarrollar durante dos meses un pilotaje que incluya 90 revisiones médicas que permitan conocer las patologías más frecuentes consecuencia del cuidado. Con la información obtenida, se implementarán elementos de prevención y ergonomía del cuidado, tales como ayudas técnicas para la movilización, formación, descanso, apoyo profesional, etcétera. Igualmente, para paliar el desgaste físico que entraña la labor cotidiana de asistencia a las personas con dependencia, las personas cuidadoras tendrán acceso a productos de apoyo que les asistan en el cuidado de la persona dependiente y garanticen su mejor ergonomía. Para ello se adaptará el Decreto de ayudas Gizatek, convirtiendo también en beneficiarias de las ayudas a las personas cuidadoras.
 
• Garantizar el descanso periódico de las personas cuidadoras. Así, las personas adheridas al estatuto tendrán derecho a disfrutar de un periodo de descanso. Junto a la posibilidad de estancias en centros de día de fin de semana, se dará un paso adicional para garantizar el acceso de la persona en situación de dependencia a estancias temporales de 15 días al año, financiadas mediante Prestaciones Vinculadas al Servicio residencial en la red de foral de residencias.
 
RADIOGRAFÍA DE LAS PERSONAS CUIDADORAS EN BIZKAIA
Más del 80% de las personas demuestran la clara voluntad de permanecer en su casa incluso cuando se encuentren en situación de dependencia y requieran de cuidados de otras personas, que, en la mayoría de los casos, son familiares directos, y principalmente mujeres.
 
El perfil de la persona cuidadora, en una primera aproximación, arroja la siguiente imagen: mujer (65%) de 61 años de edad; cónyuge o hija, que cuida de una persona con dependencia (principalmente grado II; 37%) de 71 años de edad.
 
Sin embargo, una mirada más en detalle de las personas cuidadoras, ofrece matices que dejan bien a las claras los diferentes perfiles de las personas cuidadoras. Atendiendo al parentesco de la persona cuidadora con la persona dependiente, se trata en su mayoría de hijas (41,55%) o cónyuges (31,32%), fundamentalmente mujeres. La edad varía en función del vínculo, siendo los y las cónyuges las más mayores (74,9 años) y los padres y las madres que cuidan de sus vástagos (16,68%) los más jóvenes (50,84 años). 
 

Con la colaboración de