Las Terapias No Farmacológicas (TNF) para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas con Alzheimer, al tiempo que contribuyen a retrasar la evolución de sus efectos. Una de las más interesantes es la estimulación cognitiva, y especialmente la escritura, ya que ayuda a mantener el nivel de actividad cerebral, tal y como indican desde el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM).
Tal y como advierte Amelia Martín, logopeda especializada en enfermedades neurodegenerativas y vocal del CPLCM, señala que “el entorno de una persona con Alzheimer se va reduciendo social y familiarmente de manera progresiva y esto provoca que los estímulos disminuyan de forma drástica, lo que puede favorecer el avance progresivo de la enfermedad. Suplir esta carencia es clave para mantener las capacidades cognitivas de la persona durante el mayor tiempo posible”.
En este sentido, “escribir es una actividad que requiere la utilización de muchas áreas cognitivas, por lo que puede utilizarse como terapia en sí misma o como complemento de cualquier otra terapia, consiguiendo que sea más completa”, recomienda esta experta. Y es que, al trabajar la estimulación cognitiva, a través de tareas de escritura, los logopedas ayudan a reforzar y mantener las capacidades lingüísticas y comunicativas, pero también las atencionales y motrices, aspectos clave en la atención a los pacientes con Alzheimer.
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