Cesta de la compra

{{#if has_items}}
{{#each line_items}}
{{ full_title }}
{{ quantity }}
{{{ subtotal_human }}}
{{/each}}
Subtotal {{{ subtotal_human }}}
{{#if coupon_name}}
Cupón de descuento {{ coupon_name }} - {{{ coupon_discount_human }}} x
{{/if}} {{#if donation}}
Donación {{{ donation_human }}}
{{/if}}
{{#if shipping_handling_left_for_free}}
(Te quedan {{{ shipping_handling_left_for_free }}} para que el envío sea gratis)
{{/if}}
{{#if tx_okstock}} Envíos en 72h. {{/if}} {{#if delivery_date}} El pedido te llegará el {{ delivery_date_human }} {{/if}}
Total {{{ total_ceafa }}}
{{else}}
Actualmente no tienes nada en la cesta de la compra. Ir a la tienda.
{{/if}}

La hipertensión arterial en la mediana edad anticiparía trastornos cognitivos

Un análisis de muestras de líquido cefalorraquídeo de adultos sin alteraciones cognitivas revela que los participantes con un valor elevado de presión arterial eran más propensos a tener biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer (EA).

El estudio incluyó a 177 adultos, de 55-100 años, sin trastornos cognitivos, accidentes cerebrovasculares previos ni EA. A todos se les tomó la presión del pulso y se les realizó una punción lumbar para determinar los niveles de β-amiloide 1-42 (Aβ1-42) y tau fosforilada (p-tau) en el líquido cefalorraquídeo.

En un análisis de variables múltiples, el aumento de la presión arterial se asoció significativamente con un incremento del nivel de p-tau (p = 0,002), una reducción de Aβ1-42 (p = 0,01) y una mayor relación p-tau/Aβ1-42 (p < 0,001). Tras controlar las covariables importantes, la presión arterial se mantuvo asociada con el nivel de p-tau (p = 0,0196) y la relación p-tau/Aβ1-42 (p < 0,001), pero no con Aβ1-42 (p = 0,35).

Estos resultados sugieren que la hipertensión arterial elevada se asociaría con la aparición de signos claves de la EA que provocan la pérdida de células cerebrales. Los científicos destacaron que el aumento de la presión arterial se asoció con todos los biomarcadores evaluados en los adultos de 55-70 años, pero no en los de 70-100 años.

Fuente: neurologia.com

Con la colaboración de